MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Más de un 10 por ciento de los niños que comen en comedores escolares en España tiene algún tipo de alergia identificada en el comedor, según ha puesto de manifiesto el III Observatorio Mediterránea del Comedor Escolar, tras analizar 34.359 menús escolares.
En concreto, se han identificado 3.630 alergias que representan un 10,56 por ciento del total de los menús. Una cifra que aumenta un 1,08 por ciento respecto al curso anterior, en el que se registró un 9,48 por ciento de los niños con alguna alergia.
"Este aumento constante en el porcentaje de niños que sufren alguna alergia supone un desafío para Mediterránea, por lo que implica una coordinación de la información y de ejecución de menús específicos para todos los alumnos", ha dicho la directora de Nutrición y Dietética de Mediterránea y responsable del Observatorio, Rocío Royo.
Entre los datos analizados, la alergia a la proteína de la lecha de vaca (18,87%) ha aumentado un 5,7%, un incremento considerable en comparación con el curso pasado (13,17%). A continuación, las alergias más frecuentes en los comedores son a los cereales con gluten con un 16,50% de los casos, creciendo el doble respecto al año anterior (8,30%).
Por último, la alergia al huevo (11,9%) es también una de las más comunes, aunque con una frecuencia parecida al curso pasado (11,50%). Las frutas y verduras, así como los frutos secos, han pasado a ser alergias con una menor prevalencia, en comparación con el porcentaje que suponían en años anteriores en los comedores escolares analizados por Mediterránea.
Por otra parte, las alergias que encontramos con menos frecuencia son al pescado con un 8,58 por ciento, aunque aumentan más de un dos por ciento desde el curso anterior (6,30%); a las legumbres que se sitúan en un 6,2 por ciento y a los aditivos con un 1,37 por ciento.
Por otro lado, la intolerancia a los lácteos continúa siendo un aspecto importante en el diseño de los menús escolares, ya que 297 niños muestran signos de malestar al consumir estos alimentos. "En la actualidad el único tratamiento para la intolerancia a la lactosa es el seguimiento de una dieta de reducción o exclusión adaptada al nivel de tolerancia de cada individuo", ha enfatizado Royo.
Esto se debe, prosigue, a que hay una gran variación en las tolerancias individuales, que hace que no se pueda establecer un umbral único de lactosa de forma genérica. De hecho, se ha observado que en ocasiones consumir la lactosa junto con otra comida y repartir su ingesta durante el día puede ayudar a su tolerancia en determinadas personas.
OBESIDAD INFANTIL: UN PROBLEMA MÁS ALLÁ DEL COMEDOR
Según los datos de las dietas de los comedores, el 10 por ciento de las peticiones de dietas especiales están orientadas a una alimentación especialmente baja en calorías.
"Los menús en los colegios potencian una alimentación basada en el consumo de legumbres y verduras, con alternancia de arroz y pasta, incluyendo cada vez más las variedades integrales", ha zanjado la responsable del Observatorio Mediterránea de Comedores Escolares.