MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las bacterias intestinales podrían beneficiarse del consumo de arándanos, según una investigación de la Universidad de Massachusetts Amherst en EEUU, que acaba de publicar la primera evidencia científica que muestra como los carbohidratos presentes en esta fruta consiguen estimular el desarrollo de algunas bacterias intestinales beneficiosas para el organismo.
La investigación que ha sido dirigida por el nutricionista y microbiólogo, el profesor David Sela, pone la atención en el uso de los prebióticos y cómo algunos alimentos pueden promover el crecimiento y la salud de microorganismos beneficiosos en los intestinos.
El hallazgo, que ha sido publicado en 'Applied and Environmental Microbiology', podría servir para desarrollar futuros productos alimenticios o dar lugar a un nuevo suplemento basado en el arándano, de los cuales Massachusetts es uno de los principales productores.
"La investigación destaca que lo que comemos no sólo alimenta, también tiene un efecto sobre el microbioma y en los intestinos", señala Sela, quien recuerda que los científicos alimentarios están cada vez más interesados en estos beneficios, que son menos evidentes de los alimentos.
Se piensa que hay tantas bacterias en el cuerpo como células humana por tanto, "así que básicamente estamos comiendo por dos. Estas bacterias intestinales son extremadamente importantes para nosotros, realmente son muy importantes", señala.
Además, "muchas de las paredes de las células vegetales son indigeribles", explica, "y de hecho no podemos digerir los azúcares especiales que se encuentran en las paredes de las células de los arándanos llamados xiloglucanos, pero cuando comemos arándanos, los xiloglucanos penetran en nuestro intestino donde las bacterias benéficas pueden descomponerlas en moléculas y compuestos útiles".
Utilizando el modelo de bacteria bifidobacteria, Sela, experto en el microbioma del intestino humano, y sus colegas probaron la hipótesis de que los arándanos podrían ser un buen candidato para desarrollar un nuevo suplemento beneficioso para la salud intestinal.
XILOGLUCANO PURIFICADO
Según explica para la investigación necesitaron xiloglucano purificado, un compuesto que no es fácil de obtener. Para conseguirlo contaron con la colaboración de Ocean Spray, que proporcionó el material de investigación original, y los expertos David Rowley y Jiadong Sun en la Universidad de Rhode Island.
Bifidobacteria se encuentran en los adultos en algún grado, pero las concentraciones más altas se encuentran en el microbioma intestinal de recién nacidos, sobre todo en los bebés que son amamantados. El estudio muestra la primera evidencia de que ciertas bifidobacterias consumen xiloglucanos, produciendo ácido fórmico y menos ácido láctico de lo que normalmente se secreta.
Todavía no está claro cuál es el impacto para a la salud, pero los autores sospechan que esta producción inusual tiene implicaciones para el resto de la comunidad microbiana en el intestino. "Esto no es la ciencia tradicional de los alimentos", dice Sela, quien cree que existe mayor motivación para estudiar los prebióticos que los probióticos.
"Con los probióticos, estamos tomando dosis adicionales de bacterias beneficiosas que pueden o no ayudar a nuestra salud intestinal. Pero con los prebióticos, ya sabemos que tenemos a los individuos beneficiosos en nuestras entrañas, así que ¡vamos a darles de comer!, les vamos a dar más nutrientes y cosas que les gusten", afirma.
No obstante, "los prebióticos y probióticos pueden interactuar con nuestra propia fisiología para ayudar a equilibrar el microbioma, y a sabemos que cuando las cosas no están en equilibrio se pueden tener problemas como la inflamación. La inflamación crónica subyacente puede conducir o empeorar muchas condiciones médicas diferentes", concluye.