MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los pediatras alergólogos han recomendado vigilar las comidas navideñas por el mayor riesgo de reacciones alérgicas que tienen los niños ya que prueban muchos alimentos por primera vez como, por ejemplo, frutos secos, pescado o marisco.
Y es que, la alergia alimentaria infantil al pescado se sitúa en el 12,6 por ciento y al marisco en el 7,4 por ciento. Además, según estudio español publicado este año en la revista de 'Allergologia et Immunopathologia', de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), la alergia a los frutos secos y al marisco es más frecuente en niños mayores de 14 años, mientras que la del pescado es más habitual en niños más pequeños.
"Se trata de alimentos muy consumidos en las fiestas navideñas por lo que, además de tomar precauciones con los niños ya diagnosticados, es importante vigilar las primeras ingestas y estar alerta ante el mínimo síntoma que después se pueda producir. La alergia a los frutos secos es una de las más frecuentes, por lo que es importante no solo no consumirlos, sino leer bien los etiquetados de aquellos productos que puedan contenerlos como galletas, turrones, polvorones, panes o roscones", ha explicado el coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Alimentaria de la SEICAP, Luis Echeverría.
La alergia a los pescados depende de a qué proteínas tenga el menor alergia, por lo que podrán tener alergia a un solo tipo de pescado, a una familia o a todos en general. A la hora de seguir una dieta en los casos ya diagnosticados, se recomienda evitar también todos aquellos platos que se preparen con este alimento, como sopas y arroces; así como las huevas o aceite de pescado, o incluso el marisco, que puede haber entrado en contacto con éste en la pescadería.
"Además, será conveniente prestar atención al momento de cocinarlo. Aunque no vayan a comerlo, hay casos en los que la sensibilización es tan alta que solo con inhalar el humo que desprenden al cocinarse pueden sufrir una reacción", ha avisado el experto.
En cuanto a los mariscos, hay tres grupos, el de los crustáceos, que incluye gambas, cigalas, cangrejos y similares; los cefalópodos, como el calamar, la sepia o el pulpo; y los moluscos de cáscara, como los mejillones, las almejas o similares. Se puede tener alergia a uno o varios de estos grupos de mariscos por lo que se recomienda evitarlos todos hasta que se realiza el estudio por parte del pediatra alergólogo e, incluso, no tocarlos.
NAVIDADES "FELICES Y SEGURAS"
Con el fin de tener unas navidades "felices y seguras" desde SEICAP se ha aconsejado informar a la persona encargada de hacer la comida sobre las alergias alimentarias de los niños; leer los etiquetados de los productos para saber identificar alimentos que pueden estar ocultos y que aparecen en el etiquetado como aditivos o con nombres técnicos; y cocinar recetas con alimentos que puedan comer todos los invitados.
Del mismo modo, la organización ha destacado la importancia de utilizar utensilios de cocina diferentes para cocinar los platos de los niños con alergias alimentarias, pues hay casos en los que un mínimo contacto con el alimento alérgeno pueden causar un shock anafiláctico; evitar que los niños estén en la cocina mientras se preparan los alimentos que les pueden causar alergia porque la inhalación de humos o vapores pueden provocarles una reacción; y no colocar fuentes para compartir.
"Hay pequeños para los que las navidades son su primera oportunidad de probar alimentos que nunca antes han probado como los mariscos o frutos secos presentes en los turrones. Hay que prestar especial atención en estos casos por posibles reacciones motivadas por una alergia. A pesar de que los niños alérgicos a alimentos están muy concienciados con su enfermedad, puede haber casos en los que no o que sean muy pequeños como para saber qué pueden comer. Es por eso que será preciso tener el máximo cuidado a la hora de ofrecerles alimentos", ha aconsejado SEICAP.
Finalmente, la organización ha subrayado la importancia de no descuidarse ante los desplazamientos para comer y cenar fuera de casa en navidades, y llevar siempre la medicación de rescate para administrar en caso de reacción y así poder actuar a tiempo, sobre todo en el caso de los niños con riesgo de anafilaxia que deben llevar siempre con ellos sus autoinyectores de adrenalina; y no aislar a los niños con alergias a la hora de sentarse a la mesa ni apartarles.