MADRID, 4 Nov. (EDIZIONES) -
Es extendida la creencia de que a las pieles acnéicas no les conviene la ingesta de chorizo o de chocolate pero, ¿hasta qué punto esto es cierto? A pesar de ellos, los dermatólogos llevan años diciendo a los pacientes que el acné no tiene relación con ningún alimento concreto.
"Eso de que el chocolate provoca que aparezcan granos es una creencia popular infundada, un mito", subraya la dermatóloga en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, y en el Hospital Ruber de Juan Bravo, Lorea Bagazgoitia, conocida desde 2013 por el 'Blog de Dermatología'.
En una entrevista con Infosalus, con motivo de la publicación de su libro 'Lo que dice la ciencia del cuidado de la piel' (Plataforma Editorial), la también miembro de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) explica que el acné se produce por tres factores: el sebo de la piel, influido por las hormonas; una bacteria que vive sobre ella llamada 'propionibacterium acnes'; y la queratina del folículo del pelo, que lo ocluye, formando espinillas, a partir de los cuales pueden formarse granitos más aparatosos.
Por otro lado, asegura que no hay factor claro, ni gen definido que propicie el acné. "En familias con tendencia es más probable que sucedan casos de acné que en aquellas que no se han registrado casos anteriores", subraya.
Según advierte, sólo la dieta no va a curar el acné pero recientemente se ha visto la relación entre ciertos alimentos y el acné, se ha comprobado que sí pueden ayudar a moderarlo.
En concreto, se ha visto que los alimentos con una carga glucémica alta pueden empeorar el acné. Para entenderlo, Bagazgoitia explica que la carga glucémica se trata del de una cifra que traduce la cantidad de azúcar que tiene un alimento, así como la velocidad a la que llega a la sangre tras ingerirlo, elevando los niveles de glucosa. Entre otros alimentos cita así a los cereales del desayuno, al arroz, a las bebidas azucaradas, a los zumos, el pan blanco, y curiosamente el chocolate.
A su vez, dice que en los últimos años se han realizado investigaciones buscando la repercusión de la leche en el acné. "Los estudios son de peor calidad que en el caso de la carga glucémica, pero sí parecen apuntar a que la leche, curiosamente más la semidesnatada y desnatada que la entera, empeora el acné. Por el contrario no se ha encontrado relación con otros lácteos como el queso y el yogur", añade.
Según describe la especialista, tanto la leche como los alimentos de carga glucémica alta elevan en nuestro cuerpo la producción de una molécula llamada 'IGF-1' que, en último término, es la que provoca esos granitos, pues hace que glándulas sebáceas produzcan más sebo, clave en la aparición del acné.
En cuanto al chorizo, Bagazgoitia afirma que no hay base en la literatura científica, ni ningún artículo que demuestre que alimentos grasos provoquen acné, aunque la intuición lleva a pensar que aquellas personas que tienen acné si comen grasas, éstas llegarán a la piel.
"Pero en estos momentos no hay investigaciones sobre ello. Afortunadamente nuestro cuerpo no funciona de ese modo y tal interpretación no encaja desde el punto de vista fisiológico. La grasa que comemos poco tiene que ver con la producción de sebo de la piel y, por tanto, en función de lo que sabemos hoy, si tienes acné no te saldrán más granitos por comerte un bocadillo de chorizo", remarca la miembro de la AEDV.