MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
Entre un 15 y 20 por ciento de la población adulta tiene carencias nutricionales y, en el caso de los mayores de 65 años, se estima que hasta un 30 por ciento sufre desnutrición o está en riesgo de padecerla, según datos de un estudio del Instituto de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Navarra.
DESNUTRICIÓN Y CARENCIAS NUTRICIONALES
En ocasiones es necesario un aporte extra para la alimentación cuando la cantidad de nutrientes ingerida no es suficiente para cubrir las necesidades esenciales, lo que da lugar a desequilibrios o déficits que pueden propiciar esta desnutrición.
Este riesgo aumenta con la edad, en personas con enfermedades crónicas o que pasan periodos de hospitalización o convalecencia, según han destacado los expertos participantes en el taller 'Los nuevos aliados en la alimentación', organizado por FontActiv junto al chef Isma Prados.
Además, existen varios factores que conducen a la desnutrición en las personas mayores, como pueden ser la soledad, el aislamiento, la pobreza, la dependencia y los cambios en el entorno.
Frecuentemente, estas personas tienen dificultades para hacer la compra o utilizan alimentos poco nutritivos, se saltan comidas o elaboran dietas monótonas y sin sabor, perdiendo el interés por la comida.
Y con el paso de los años se tiende también a consumir menos calorías totales y proteínas, sobre todo a expensas de las grasas y aumenta el consumo de carbohidratos, más presentes en comidas de bajo coste y sencillas de preparar.
Estos cambios en la alimentación pueden hacer disminuir las reservas de nutrientes, haciendo que sean insuficientes para responder a un aumento de las necesidades que puedan aparecer por enfermedad o algún trastorno.
ENFERMOS CRÓNICOS O ALGUNAS MUJERES, TAMBIÉN EN RIESGO
Otros colectivos que deben poner una atención especial en su alimentación son las personas que sufren patologías crónicas o las mujeres que se enfrentan a épocas de cambios hormonales. En ellos factores como la edad, el ritmo de vida o un proceso de convalecencia pueden provocar un déficit de nutrientes y, con ello, el agravamiento de enfermedades o la aparición de complicaciones.
Ante esta situación, han destacado los expertos, los suplementos nutricionales se han convertido en los mejores aliados para seguir una dieta equilibrada y que aporte todos los nutrientes necesarios, especialmente para aquellas situaciones y/o personas que tienen dificultades en la masticación, pierden el interés por cocinar, suelen tener poco apetito o pierden peso de manera involuntaria.
Además, se ha demostrado que su uso puede mejorar la calidad de vida y disminuir más de un 50 por ciento el riesgo de desnutrición y la aparición de complicaciones asociadas, contribuyendo a mantener un estilo de vida sano e independiente.