MADRID, 25 Jun. (EDIZIONES) -
La migraña, un tipo de cefalea, es una enfermedad dolorosa e incapacitante. De hecho, constituye la sexta causa mundial de años perdidos por discapacidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los episodios de migraña, que afecta principalmente a personas entre 35 y 45 años, precisa la OMS, son impredecibles, pero es posible identificar ciertos elementos desencadenantes. Uno de ellos es la alimentación.
"Clásicamente se han identificado algunos aspectos relacionados con el estilo de vida y la alimentación como desencadenantes de la migraña, como saltarse comidas o el ayuno, la ingesta irregular de cafeína, el patrón de sueño irregular o el estrés", indica la miembro del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la doctora Katherine García Malpartida en una entrevista con Infosalus.
Sin embargo, es necesario aclarar que no todos los desencadenantes son los mismos para todos los pacientes de migraña. Ese constituye, a juicio de la doctora García, el "mayor mito" en cuanto a alimentación y migraña se refiere. La experta ejemplifica que alcohol, cafeína y horarios irregulares son desencadenantes bastante constantes en la mayor parte de los migrañosos, pero el resto de candidatos a precipitar un episodio "son más individuales".
A la cafeína y el alcohol, la doctora García añade otros alimentos que se han descrito de forma más habitual como desencadenantes de la migraña. En primer lugar, la experta destaca los que contienen nitratos. En este grupo se sitúan los precocinados, el bacon, el salami o las salchichas. Además, los precocinados también se incluyen en otro grupo de productos a evitar, según la miembro de la SEEN: los que contienen glutamato monosódico. Los alimentos procesados se incluyen en este grupo.
Por otra parte, los alimentos ricos en tiramina también se consideran precipitadores de la migraña. Son, por ejemplo, el chocolate, los quesos curados, los higos, los cítricos, el aguacate, los plátanos, las cebollas, el vino tinto o algunos pescados. En el caso de los pescados es, además, recomendable evitar o reducir el consumo de mariscos, puesto que contienen histamina, otro de los componentes frecuentemente relacionados con las migrañas.
IDENTIFICACIÓN INDIVIDUAL
En este contexto, lo más recomendable es que cada paciente identifique los alimentos que desencadenen su migraña y los evite. "Pero puede ser complicado identificarlos", avisa la doctora García. Por lo tanto, "las dietas de eliminación de alimentos para prevenir la migraña pueden ser, por tanto, complicadas de diseñar, con un alto riesgo de eliminar de la dieta alimentos que no son verdaderos desencadenantes", alerta. Esto tendría una consecuencia obvia: se podrían "ocasionar desequilibrios nutricionales", según la experta.
Pero "no existen estudios de calidad que confirmen la relación de cada alimento con la migraña", insiste la experta. "Por ello, aunque de forma individual cada paciente puede identificar sus desencadenantes y debe evitarlos, no se puede generalizar una recomendación concreta para todos los pacientes con migraña", especifica.
"Ninguna entidad única, por ejemplo, vino tinto, chocolate o estrés, actúa como precipitante para todas las personas que sufren de migrañas", concluye la experta. Lo mismo ocurre con los suplementos alimenticios relacionados con el tratamiento o prevención de la migraña, como el magnesio, la riboflavina o la coenzima Q10. "No está bien demostrado por el momento", clarifica la doctora García.