MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Muchas personas gestantes sufren migrañas debilitantes, pero el miedo a los efectos de los fármacos sobre el bebé complica el tratamiento. Un nuevo estudio aporta tranquilidad al confirmar que el uso de triptanes, antes o durante el embarazo, no se asocia a un mayor riesgo de autismo ni TDAH en los hijos.
LA EVIDENCIA APUNTA A LA SEGURIDAD DE LOS TRIPTANES
Un nuevo estudio de la Universidad de Oslo en Noruega no ha encontrado no un aumento en los trastornos del desarrollo neurológico, como el autismo y el TDAH, en sus hijos en personas toman medicamentos para la migraña antes o durante el embarazo. El estudio, que analizó los triptanes, medicamentos utilizados para las crisis de migraña, se publica en 'Neurology' , la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
El estudio no prueba que exista un vínculo entre estos medicamentos y los trastornos del desarrollo neurológico. "Estos resultados son alentadores para las personas con migraña, que pueden estar tomando estos medicamentos incluso antes de saber que están embarazadas, y es una información útil para sus médicos, quienes pueden tomar decisiones más informadas sobre el tratamiento de las personas con ataques de migraña debilitantes", comenta la autora del estudio, Hedvig Nordeng, de la Universidad de Oslo.
MÁS DE 26.000 EMBARAZOS ANALIZADOS EN NORUEGA
Para el estudio, los investigadores utilizaron los registros sanitarios de toda la población noruega e identificaron 26.210 embarazos en mujeres participantes con migraña al inicio del embarazo. De ellas, 21.281 personas (más del 80%) habían tomado triptanes durante el año anterior al embarazo, y 4.929 de las que padecían migraña no habían tomado ningún triptanes durante ese tiempo. Para quienes tomaron los fármacos, los investigadores los dividieron en cuatro grupos: personas con un bajo consumo de triptanes que dejaron de usarlos antes del embarazo (42%); personas que aumentaron el consumo de triptanes seis meses antes del embarazo y dejaron de usarlos al principio del embarazo (31%); personas con un consumo moderado de triptanes antes del embarazo y continuaron al principio del embarazo (21%); y personas que usaron triptanes antes y durante el embarazo (6%).
Posteriormente, los investigadores dieron seguimiento a los niños nacidos durante un promedio de ocho años, y en algunos casos hasta los 14. Revisaron los registros médicos en busca de diagnósticos de trastornos del neurodesarrollo, como el trastorno del espectro autista, trastornos del comportamiento, discapacidades intelectuales y del aprendizaje, trastornos del habla y el lenguaje, trastornos del desarrollo de la coordinación y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
NO SE DETECTÓ MAYOR RIESGO DE AUTISMO NI TDAH
En general, 1.140 niños, o 4,3%, fueron diagnosticados con un trastorno del desarrollo neurológico durante el estudio. Los más comunes fueron TDAH y trastornos del habla y el lenguaje. Un total de 2,2% de los hijos de personas con el mayor uso de triptanes fueron diagnosticados con TDAH, en comparación con el 2,1% de los hijos de personas con migraña que no usaron los medicamentos.
Un total de 1,1% de los hijos de personas con el mayor uso de los medicamentos fueron diagnosticados con trastornos del habla y el lenguaje, en comparación con el 1% de los hijos de personas que no usaron los medicamentos.
Cuando los investigadores ajustaron los resultados para tener en cuenta otros factores que podrían afectar el riesgo de trastornos del desarrollo neurológico, como un padre con un trastorno del desarrollo neurológico, la ingesta de ácido fólico o el uso de otros medicamentos como opioides o antidepresivos, no encontraron un mayor riesgo de trastornos del desarrollo neurológico entre los niños expuestos a triptanes prenatalmente.
"La migraña afecta a casi una de cada cinco personas en edad fértil", afirma Nordeng. "Si bien los síntomas suelen mejorar durante el embarazo, alrededor del 8 % de las personas experimentan un empeoramiento de los ataques durante el embarazo, lo que puede aumentar el riesgo de complicaciones tanto maternas como fetales, por lo que es fundamental contar con opciones de tratamiento disponibles".
Una limitación del estudio fue que los investigadores no verificaron que las personas tomaran sus medicamentos para la migraña, solo que completaran sus recetas, por lo que la exposición real al medicamento puede ser diferente a las estimaciones.