MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Solo una hora a la semana de caminata enérgica, como si llegaras tarde a una cita, evita la discapacidad en adultos mayores con dolor de artrosis o dolor o rigidez en una rodilla, cadera, tobillo o pie, según concluye un nuevo estudio de 'Northwestern Medicine', en Estados Unidos. Los detalles del trabajo se revelan en un artículo publicado este lunes en 'American Journal of Preventive Medicine'.
"Esto es menos de 10 minutos por día para que las personas mantengan su independencia. Es muy factible --afirma la autora principal, Dorothy Dunlop, profesora de Medicina Preventiva en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern--. Este umbral mínimo puede motivar a los adultos mayores inactivos a comenzar su camino hacia un estilo de vida físicamente activo con la amplia gama de beneficios para la salud promovidos por la actividad física".
Se estima que 14 millones de adultos mayores en Estados Unidos tienen artrosis sintomática de rodilla, que es la forma más común de osteoartritis. Aproximadamente, dos de cada cinco personas con artrosis, la mayoría de las cuales la tienen en las articulaciones inferiores, desarrollan limitaciones de discapacidad. El estudio encontró que una hora de actividad física semanal de moderada a vigorosa permitía a los adultos mayores mantener su capacidad para realizar tareas diarias como vestirse o cruzar una calle antes de que cambiara la señal de un semáforo.
REDUCE EL RIESGO DE DISCAPACIDAD POR MOVILIDAD
La hora semanal de ejercicio redujo el riesgo de discapacidad de movilidad (caminar demasiado lentamente para cruzar de forma segura una calle o menos de un metro por segundo) en un 85 por ciento y su riesgo de actividades de discapacidad de la vida diaria (dificultad para realizar tareas rutinarias de la mañana, como caminar por una habitación, baño y vestidor) en casi el 45 por ciento.
Cuatro años después del inicio del estudio, el 24 por ciento de los adultos que no realizaron la actividad física diaria durante la hora semanal caminaban demasiado despacio para cruzar la calle de manera segura, y el 23 por ciento reportó problemas para realizar su rutina matutina.
Los científicos del estudio analizaron cuatro años de datos de más de 1.500 adultos en la Iniciativa Nacional de Artrosis de Baltimore, Pittsburgh, Columbus y Pawtucket, Rhode Island. Todos los adultos tenían dolor o rigidez en las articulaciones de las extremidades inferiores por artrosis, pero estaban libres de discapacidad cuando comenzaron el estudio. Su actividad física se monitorizó utilizando acelerómetros.
"Nuestro objetivo era ver qué tipo de actividad ayudaría a las personas a permanecer libres de discapacidades", afirma Dunlop. Las pautas federales recomiendan que los adultos mayores con artritis deben participar en actividades de bajo impacto. Para obtener importantes beneficios para la salud, incluida la reducción del riesgo de enfermedad cardiaca y muchas otras enfermedades crónicas, estas pautas recomiendan que los adultos mayores participen en al menos 2,5 horas a la semana de actividades de intensidad moderada.
Pero ese nivel de actividad puede ser desalentador para los adultos mayores inactivos con dolor en las extremidades inferiores, reconoce Dunlop. "Esperamos que este nuevo hallazgo de salud pública motive un objetivo intermedio de actividad física --subraya Dunlop--. Una hora a la semana es un escalón para las personas que actualmente están inactivas. Las personas pueden comenzar a trabajar para lograrlo".