¿Es seguro el reemplazo de cadera para personas de 90 años?

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Publicado: miércoles, 30 agosto 2023 11:53

MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las enfermedades comórbidas y las complicaciones potencialmente modificables influyen considerablemente en los riesgos de la artroplastia total de cadera (ATC), esto es, la cirugía de prótesis de cadera, en personas de más de 90 años.

Los pacientes de más de 90 años presentan mayores tasas de complicaciones y mortalidad tras una ATC que los más jóvenes. Sin embargo, aunque la edad es un factor importante, los riesgos asociados a la ATC en nonagenarios están relacionados en gran medida con el estado general de salud del paciente y su aptitud para la intervención, según la nueva investigación del doctor Vincent J. Leopold, y sus colegas del Hospital Universitario Charité de Berlín (Alemania).

Con el envejecimiento de la población, existe un debate constante sobre la seguridad de la ATC en los grupos de edad más avanzada. Mientras que algunos estudios no han detectado un aumento de las complicaciones tras la ATC en nonagenarios, otros han informado de que el riesgo de complicaciones aumenta con la edad.

El doctor Leopold y sus colegas analizaron las características y los resultados de 263.967 pacientes mayores de 60 años que se sometieron a una ATC entre 2012 y 2021. De ellos, 1.859 pacientes --el 0,7 por ciento del total-- tenían más de 90 años. El análisis se centró en cómo la edad y el estado de salud de los pacientes afectaban a los riesgos de complicaciones y muerte asociados a la ATC.

En general, los nonagenarios presentaban mayores tasas de complicaciones y mortalidad que los grupos de edad más jóvenes. Se produjeron complicaciones graves en el 19,9 por ciento de los pacientes nonagenarios, frente al 10,7 por ciento de los octogenarios, el 6,2 por ciento de los septuagenarios y el 3,7 por ciento de los sexagenarios. Entre las complicaciones mayores más frecuentes figuraban la insuficiencia renal aguda, el delirio y las anomalías de la coagulación sanguínea.

La tasa de complicaciones menores también aumentó con la edad, hasta el 62,7 por ciento en los nonagenarios. Los pacientes de noventa años también presentaron la tasa de mortalidad más elevada: 26,5 por ciento, frente al 11,8 por ciento de los pacientes de ochenta años, el 6 por ciento de los de setenta y el 2,8 por ciento de los de sesenta.

LA COMORBILIDAD INFLUYE MUCHO EN LOS RIESGOS DE ATC

Aunque la edad en sí era un factor de riesgo independiente, el aumento de los riesgos en los nonagenarios estaba estrechamente relacionado con la presencia de enfermedades comórbidas. Por ejemplo, el riesgo de complicaciones graves tras una ATC era unas 17 veces mayor en los pacientes con anomalías de la coagulación, nueve veces mayor en los que sufrían parálisis y casi ocho veces mayor en los que padecían trastornos de la circulación pulmonar.

En cuanto a la mortalidad, los factores de riesgo más importantes fueron el cáncer metastásico, los trastornos circulatorios pulmonares, el abuso del alcohol, la parálisis o la insuficiencia cardíaca congestiva. Para las complicaciones mayores y menores, así como para la mortalidad, el riesgo aumentaba con cada año adicional de edad, con el mayor incremento entre los nonagenarios.

Las complicaciones tuvieron una repercusión importante en la tasa de mortalidad. Un año después de la ATC, la tasa de supervivencia de los nonagenarios sin complicaciones graves fue del 94,4 por ciento, frente al 79,8 por ciento de los que sufrieron complicaciones graves.

Incluso en el caso de los pacientes con complicaciones, las tasas de mortalidad de los nonagenarios sometidos a ATC fueron inferiores a las de la población general de personas de más de 90 años. "Creemos que esto se debió probablemente a que los pacientes ancianos que se convierten en candidatos a una ATC electiva están más sanos y son biológicamente más jóvenes que el grupo de referencia de la población general; el sesgo de selección resultante debería reducir la mortalidad de los nonagenarios de la cohorte del estudio", escriben los investigadores.

Los resultados aportan nuevos datos sobre la seguridad de la ATC electiva en nonagenarios. Aunque las tasas de complicaciones y mortalidad son mayores que en los grupos de edad más jóvenes, esos riesgos pueden minimizarse mediante "una cuidadosa selección de los pacientes y una preparación adecuada". El doctor Leopold y sus colegas concluyen que "la ATC electiva puede ser considerada adecuadamente por cirujanos y pacientes cuando hay síntomas de artrosis de cadera".