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MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ingesta de alcohol en la población anciana no es muy alta, sin embargo durante las fiestas navideñas aumenta su consumo poniendo en riesgo su salud, debido a que se incrementa la posibilidad de que interaccione con alguno de los medicamentos que puede estar tomando, elevando así el peligro de caídas, hipotermia e hipoglucemia.
"Esas copitas que generan mayor alegría pueden, por un lado, interaccionar con muchos de los medicamentos que toman los ancianos de manera crónica, a la cabeza de los cuales se encuentran los psicofármacos y, por otro, aumenta el riesgo de inestabilidad y de caídas", explica el doctor Leocadio Rodríguez Mañas, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe y expresidente de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG).
En caso de producirse una intoxicación etílica de cierta intensidad, a los riesgos anteriores se debe unir la hipotermia ya que en personas mayores la regulación de la temperatura corporal es peor; además puede facilitar la aparición de hipoglucemias en sujetos diabéticos al interferir con la producción de glucosa del hígado.
Por otro lado, recomienda precaución en la ingesta de productos azucarados, ya que una de cada tres personas mayores es diabética, por lo que es "muy importante" evitar las dietas que ponen al paciente en riesgo de malnutrición y de hipoglucemias. "Lo fundamental es evitar comidas pesadas o con mucha grasa que dificultan y enlentecen la digestión", afirma.
Asimismo, añade, "deben vigilar la toma de productos etiquetados "para diabéticos", porque suelen ser ricos en fructosa o tienen una menor cantidad de carbohidratos añadidos, pero sigue siendo alto". Por tanto, explica, "es preferible que tomen alimentos normales, sabiendo que contienen azúcar y no abusen ni de unos ni de otros".
En cuanto al consumo de sal, Rodríguez Mañas recomienda "contextualizar" su consumo en los ancianos hipertensos que responden a la restricción de sal; por otro lado, advierte de que el aumento de ingesta excesiva de sal en los ancianos tiene que ver más frecuentemente con la toma de alimentos enlatados o precocinados que con la adición de sal desde el propio salero.
Pero el problema más peligroso relacionado con la alimentación en las personas mayores es la desnutrición, que puede estar causada por muchos problemas diferentes como la incapacidad para preparar comidas, la pérdida de apetito, ingresos bajos, alguna enfermedad y problemas dentales.
Los problemas cognitivos también pueden jugar un papel importante en lo bien o las veces que come una persona mayor. Tal y como explica el experto, "una alimentación inadecuada en ancianos incrementa la vulnerabilidad del sistema inmunológico, aumenta el riesgo de infecciones, también produce atrofia muscular, niveles altos de azúcar o grasas en sangre, debilidad, apatía, mayor riesgo de fracturas óseas y menor respuesta a la medicación".
OTRAS RECOMENDACIONES
En cualquier caso, "la Navidad no tiene porqué ser un momento de mayor riesgo para las personas mayores, o al menos no mayor que en cualquier otro segmento de la población", advierte el geratria, que además recomienda dar un pequeño paseo abrigado durante las horas centrales del día y mantener la temperatura del hogar entre los 20 y los 22 grados.
Por otro lado, Rodríguez Mañas aconseja la vacunación. En España se producen entre 1.400 y 4.000 muertes al año causadas por la gripe y sus complicaciones. De hecho, la pasada temporada 2012-2013, la cobertura vacunal de los mayores de 65 años se situó en el 59 por ciento, lejos del objetivo marcado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) situado en el 75 por ciento.
"Teóricamente la mayoría de las personas mayores están vacunadas pero hay que tener en cuenta que la protección conferida por la vacuna es de alrededor del 60 y 70 por ciento, con variaciones según la cepa más prevalente", explica.
La vacunación frente a la gripe y al neumococo consigue reducir en un 30 por ciento la hospitalización de las personas mayores y hasta en un 50 por ciento las muertes causadas por esos virus y sus complicaciones. "Estos procesos infecciosos pueden predisponer a sobreinfecciones, casos de neumonía o la descompensación de otras situaciones, especialmente en ancianos frágiles", afirma.