MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Mantener rutinas de conducta y comportamiento que consigan un entorno lo más estable posible es clave en el cuidado de pacientes con Alzheimer en el domicilio para mantener su máximo bienestar y calidad de vida, según ha señalado este miércoles el doctor Enrique Arrieta Antón, del grupo de trabajo de neurología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), durante el webinar 'El paciente en el domicilio. Previniendo riesgos y mejorando el cuidado', organizado por la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA).
Según ha explicado, el cuidado en el domicilio familiar en etapas menos avanzadas de la enfermedad es generalmente la opción mayoritaria en España; una situación que conlleva cambios en el domicilio y establecer una serie de rutinas de conducta diarias que contribuyen al bienestar de la persona y al mantenimiento de la máxima estabilidad en la enfermedad.
"Las rutinas en el domicilio van a estar condicionadas por la fase en la que se encuentre la enfermedad, así como por las pautas recomendadas por los profesionales sanitarios que intervienen", ha apuntado el doctor, al tiempo que ha insistido en que "anticiparse es clave"
Precisamente por los avances lógicos de la enfermedad es importante la prevención de riesgos que conlleva el cuidado en el propio domicilio. Entre estos riesgos, las caídas son una de las principales amenazas. "Debemos tener en cuenta que las complicaciones en la enfermedad llegan de un día para otro, por lo que medidas como evitar ruidos bruscos que desorienten al paciente, mantener el orden en el baño y la cocina o despejar la vivienda de obstáculos, son clave para prevenir estos accidentes", ha explicado el doctor Arrieta.
Además, hasta en el 90 por ciento de las personas diagnosticadas de demencia pueden desarrollar síntomas conductuales y psicológicos, es decir, trastornos del comportamiento tales como síntomas depresivos, ansiedad, irritabilidad, trastornos del sueño o agresividad entre otros.
"Estos síntomas son la primera causa de institucionalización de los pacientes, ya que determinan la calidad de vida del enfermo y su familia", ha afirmado el especialista.
En este sentido, ha apuntado a la polifarmacia como otro de los factores de riesgo más frecuente en estas situaciones pues, tal y como ha indicado, "en muchos casos, las prescripciones se han ido renovando por inercia y, según en qué fase de la enfermedad, pueden ser inconvenientes". Por este motivo, la comunicación y revisión constante por parte del médico es fundamental.