La estimulación eléctrica dos veces al día puede potenciar los procesos mentales en la enfermedad de Alzheimer

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Publicado: lunes, 11 diciembre 2023 7:07

MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

La estimulación eléctrica no invasiva del cerebro dos veces al día puede potenciar la función cognitiva en personas con enfermedad de Alzheimer, sugieren los resultados de un pequeño ensayo clínico publicado en línea en la revista de acceso abierto 'General Psychiatry'.

La tecnología, conocida como estimulación transcraneal por corriente continua o tDCS (por sus siglas en inglés), puede ayudar a activar la plasticidad del cerebro, permitiendo "recablear" mediante la formación de nuevas redes neuronales, sugieren los resultados.

La tDCS consiste en un dispositivo con dos electrodos que se colocan en zonas específicas de la cabeza y suministran una corriente eléctrica constante de baja intensidad. Se está empezando a utilizar en muchos campos de la medicina, incluido el tratamiento de la depresión.

Los investigadores querían averiguar si la tDCS podría mejorar la función cognitiva de los enfermos de Alzheimer y, en caso afirmativo, si ello podría estar relacionado con la recuperación de cierto nivel de plasticidad cortical, es decir, la capacidad del cerebro para formar nuevas redes neuronales.

Unos 140 pacientes con enfermedad de Alzheimer de leve a moderada de cuatro hospitales diferentes fueron asignados aleatoriamente a recibir 2 sesiones diarias de tDCS activa (corriente constante de baja intensidad de 1-2 mA) o simulada, durante 5 días a la semana y por un periodo máximo de 6 semanas.

Las corrientes se aplicaron en el córtex prefrontal, la región del cerebro implicada en actividades de orden superior, como la planificación, la toma de decisiones, la memoria de trabajo, la moderación de los comportamientos sociales y el control de ciertos aspectos del habla y el lenguaje.

Todos los participantes tenían más de 65 años, llevaban más de 6 meses con la enfermedad y habían obtenido una puntuación inferior a 26 en el Mini-Mental State Exam (MMSE). Una puntuación de 24 se considera anormal e indicativa de deterioro cognitivo. Ambos grupos eran comparables en cuanto a edad, sexo y nivel educativo.

Se utilizaron el MMSE y la prueba ADAS-Cog (Alzheimer's Disease Assessment Scale-Cognitive), que se centra en el lenguaje y la memoria, para evaluar el rendimiento cognitivo al inicio del ensayo, al cabo de 2 semanas y de nuevo al cabo de 6 semanas.

Las lecturas de las señales eléctricas a través de las vías motoras del sistema nervioso, conocidas como potenciales evocados motores o MEP, se utilizaron para indicar cambios en la plasticidad neuronal. En total, 133 pacientes completaron la intervención de 2 semanas y 124 la de 6 semanas. Los motivos de abandono variaron, pero ninguno se retiró por incomodidad.

Los resultados mostraron que después de 2 semanas no había cambios en ninguno de los grupos, pero en comparación con la línea de base, 30 sesiones diarias de 20 minutos de tDCS mejoraron significativamente la función cognitiva de los pacientes del grupo tCDS, en particular el recuerdo de palabras, el recuerdo de instrucciones de pruebas y el reconocimiento de palabras. No se observaron mejoras similares en el grupo simulado.

Los resultados también mostraron que la plasticidad cortical de las personas con Alzheimer está alterada, pero que mejoró tras 6 semanas de tDCS.

Los investigadores afirman que, junto con la disminución de la MEP, el recuerdo y el reconocimiento de palabras mejoraron en el grupo de tDCS, pero no en el grupo simulado, lo que sugiere que la mejora de la plasticidad cortical puede reflejar el grado de mejora cognitiva.

Pero aún no está claro cómo puede ejercer sus efectos la tDCS, añaden, citando investigaciones anteriores que indican que la tecnología puede alterar la actividad iónica, la liberación de neurotransmisores y la actividad eléctrica en diversas áreas del cerebro.

Los investigadores reconocen varias limitaciones de sus hallazgos, como el pequeño tamaño del estudio, la falta de resonancias magnéticas o electroencefalografías para registrar los cambios en la estructura cerebral y la ausencia de muestras de líquido cefalorraquídeo y sangre para controlar los cambios en los neurotransmisores.

No obstante, concluyen que "los resultados de este estudio indican claramente que el tratamiento con tDCS es una intervención significativa y prometedora para mejorar la función cognitiva en la enfermedad de Alzheimer. Además, la plasticidad desempeña un papel vital en el cambio cognitivo", concluye.

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