MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación sugiere que los movimientos involucrados en un estado de inquietud pueden contrarrestar los efectos adversos para la salud de estar sentado durante largos periodos de tiempo. En un estudio publicado en 'American Journal of Preventive Medicine', un equipo de científicos, codirigido por la Universidad de Leeds y University College de Londres (UCL), ambas en Reino Unido, informan de que sólo hallaron mayor riesgo de mortalidad por sedentarismo durante tiempos largos en las personas que se consideran que están inquietos muy ocasionalmente.
SEDENTARISMO Y MORTALIDAD
Los investigadores no encontraron mayor riesgo de mortalidad en las mujeres que pasan más tiempo sentadas, en comparación con las más activas, entre las que se consideran a sí mismas como moderadamente o muy inquietas. El estudio examinó los datos del Estudio de Cohorte de Mujeres de Reino Unido realizado por la Universidad de Leeds, uno de los más grandes sobre la dieta y la salud de las mujeres en Reino Unido.
"Aunque se necesita más investigación, los resultados plantean preguntas acerca de si las asociaciones negativas de la inquietud, como falta de concentración o mala educación, deben persistir si estos movimientos simples son beneficiosos para nuestra salud", subraya la profesora Janet Cade, de la Escuela de Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la Universidad de Leeds.
Incluso, entre los adultos que cumplen con los niveles de actividad física recomendados y que duermen durante ocho horas por la noche, es posible que pasen la mayor parte del día (hasta 15 horas) sentados. Esta investigación se basó en la creciente evidencia que sugiere que el sedentarismo es malo para la salud, incluso aunque una persona sea físicamente activa cuando sale del trabajo.
Previamente, se ha demostrado que las interrupciones del tiempo que se está sentado mejoran los marcadores que indican buena salud, como el índice de masa corporal y las respuestas del cuerpo a la glucosa y la insulina, pero, según estos expertos, hasta ahora, ningún estudio ha examinado si la inquietud podría modificar la relación entre el tiempo que se pasa sentado y el índice de mortalidad.
El Estudio de Cohorte de Mujeres de Reino Unido realizado por la Universidad de Leeds reunió información sobre una amplia gama de patrones de alimentación de más de 35.000 mujeres de 35 a 69 años que viven en Reino Unido. El nuevo trabajo analiza los datos de una encuesta de seguimiento enviada a las mismas mujeres, con preguntas sobre comportamientos de salud, enfermedades crónicas, niveles de actividad física e inquietud, que respondieron 14.000.
"Nuestros resultados apoyan la idea de que lo mejor es evitar estar sentado durante largos periodos de tiempo y que, incluso, ser o estar en un estado inquieto puede ofrecer el descanso suficiente para marcar la diferencia", concluye el coautor principal de esta investigación Gareth Hagger-Johnson, de la UCL, que llevó a cabo el análisis de los datos.