MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Con la llegada del verano, el jefe de gestión asistencial de Sanitas Mayores, David Curto, recomienda que las personas mayores sigan una dieta adaptada a sus necesidades energéticas y nutricionales para minimizar cualquier riesgo asociado a las altas temperaturas, como la deshidratación, desgana y golpes de calor. Para ello, es aconsejable incorporar alimentos frescos y ligeros con elevado contenido de agua y fibra, como las hortalizas y las verduras.
En esta estación se deben hacer modificaciones para "llevar una dieta equilibrada y saludable, con alimentos ligeros, refrescantes y fáciles de digerir, que cubran las necesidades del organismo", ha añadido el doctor. Además, es necesario beber como mínimo un litro y medio o dos de líquido como medida para evitar golpes de calor y deshidratación, cuyo riesgo aumenta con la edad.
Es importante evitar las bebidas carbohidratadas y azucaradas, "que no aportan ningún nutriente y generan una mayor sensación de sed, y las bebidas alcohólicas, ya que aumentan el riesgo de posible deshidratación y tienen más efectos secundarios cuando las temperaturas son altas", ha puntualizado David Curto. Cuando a las personas mayores les cuesta beber agua, los expertos recomiendan que la ingesta se realice en pequeñas cantidades, añadiendo gotas de zumo para dar otro sabor y complementar con infusiones, zumos y frutas con alto contenido de agua como el melón, la sandía o el pomelo.
QUÉ DIETA SEGUIR PARA COMBATIR EL CALOR
"Con el calor el apetito disminuye y se tiende a comer y beber menos, para evitar la desnutrición y estar bien hidratado es recomendable hacer comidas frías, poco elaboradas, que, además de alimentar aporten todos los nutrientes necesarios", ha señalado la nutricionista del Hospital Sanitas La Zarzuela, Lina Robles Salmerón.
Se debe ingerir a diario hortalizas y verduras, como tomates, lechuga, pepino, col, calabacín, berenjena y muchas otras, que además "se pueden incorporar con facilidad a las ensaladas", ha aconsejado la nutricionista. Dentro de los alimentos recomendados para los mayores durante el verano se encuentran las frutas ricas en agua, como el melón, sandía, fresas, melocotón, albaricoques, ciruelas o uvas, combinándolas en forma de macedonias o batidos para estimular el apetito gracias a su color atractivo.
Otro alimento vital para combatir el calor son los cereales, ya que son calóricos, en especial los que son ricos en grasas saturadas, como las carnes grasas, los embutidos o los quesos curados. Los más recomendables son los cereales integrales. Además, los alimentos ricos en ácidos grasos mono y poliinsaturados, como el pescado azul y los frutos secos oleaginosos, son ricos en ácidos grasos O3 mientras que el aceite de oliva y los aceites de semilla son ricos en ácido oleico.
Por ejemplo, el menú que se puede seguir un día concreto se compone de un desayuno con leche semidesnatada con cereales, dos rodajas de piña y, de manera opcional, un café o infusión. La media mañana puede contener un melocotón u otra pieza de fruta rica en agua. En la comida se puede optar por unas endivias con queso fresco, judiones con almejas y, de postre, un yogur desnatado o pieza de fruta. En la merienda se puede consumir una pieza de fruta, como una pera y en la cena se puede escoger una ensalada de tomate, cebolla y jamón de pavo, tortilla francesa de dos huevos y un yogur desnatado.