MADRID 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los ancianos de residencias reciben una atención mucho mejor cuando disfrutan de vínculos familiares con el personal que trabaja en ellas, pero los trabajadores deben estar capacitados para crear esa relación, según apunta un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Leeds y financiado por el Instituto Nacional de Investigación Sanitaria y Asistencial (Reino Unido).
El informe señala que cuando el personal de las residencias es estable y constante y su número es suficiente, los trabajadores tienen la capacidad de desarrollar este tipo de relaciones familiares con los residentes y pueden ofrecer una atención personalizada y de calidad.
La investigadora principal y catedrática de Enfermería de la Escuela de Asistencia Sanitaria de la Universidad de Leeds, Karen Spilsbury, ha afirmado que "entender cómo satisfacer las necesidades y preferencias de los miles de personas que viven en residencias de ancianos es una prioridad de la sociedad. Es vital que sepamos cómo utilizar los recursos de mano de obra de las residencias para fomentar la calidad y la eficacia del trabajo".
La calidad de la asistencia y de la vida varía considerablemente entre las 441.479 personas que viven en residencias de ancianos en el Reino Unido. Las investigaciones anteriores sobre las causas de esta situación no han aportado explicaciones sólidas.
Ahora, el equipo del estudio especuló con la posibilidad de que la dotación de personal y la forma de trabajar influyeran decisivamente en la calidad. En colaboración con directores, residentes, familiares y personal de residencias de Inglaterra, los investigadores se propusieron averiguar cómo y por qué el personal de las residencias afecta a la calidad de vida y la atención de los residentes.
El equipo analizó artículos de revistas de investigación y datos de residencias y organizaciones asistenciales para averiguar qué aspectos de la dotación de personal influyen en la calidad. También se analizaron los informes y las calificaciones de las residencias por parte del organismo regulador Care Quality Commission (CQC), así como las redes de contactos entre el personal de las residencias.
NO CAMBIAR DEMASIADO AL DIRECTOR MEJORA LA CALIDAD ASISTENCIAL
Según los resultados, entre los aspectos de la dotación de personal que pueden mejorar la calidad se encuentran no cambiar demasiado de director; contar con personal suficiente y constante para establecer relaciones familiares en los hogares y dar prioridad a las necesidades de los residentes; apoyar al personal y darle libertad para actuar, y que el personal clave predique con el ejemplo.
La investigación también demostró que en los casos en los que el personal de enfermería prestaba más cuidados, se producían menos incidentes, como caídas con fracturas, infecciones del tracto urinario y errores de medicación.
Sin embargo, es poco probable que el mero aumento de los servicios de enfermería sea una forma rentable de reducir los incidentes adversos en las residencias. El estudio concluyó que, aunque el sistema sanitario en su conjunto podría ahorrar en costes de tratamiento, el ahorro se vería anulado por los elevados costes adicionales de contratar a más enfermeras.
"El personal de las residencias de ancianos es importante y debe valorarse. Tiene que ser estable, cualificado y competente, para aprovechar las ventajas de una organización de la asistencia centrada en la persona y de un mejor trabajo en equipo", ha señalado Spilsbury.
"Nuestro estudio demuestra que el liderazgo, la recompensa y el reconocimiento del personal, así como una filosofía compartida de los cuidados, son fundamentales para mejorar la calidad que experimentan los residentes", finaliza la profesora.