MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Algunos síntomas físicos como las molestias digestivas, las contracturas musculares, la pérdida de peso, el síndrome de boca ardiente, la pérdida brusca de memoria o la lentitud/excitación motora pueden estar detrás de un trastorno depresivo en personas mayores, alertan desde el Hospital Vithas Valencia al Mar.
El trastorno psiquiátrico más común entre la población anciana es la depresión, que alcanza a entre un 10 y un 15 por ciento de personas mayores. Las consecuencias de la depresión en los ancianos se manifiestan en un aumento de las enfermedades físicas, una mayor incapacidad, una peor calidad de vida y una disminución de su esperanza de vida. Es frecuente que la persona mayor acuda al médico con quejas de malestares físicos que en realidad se tratan de un trastorno depresivo velado.
Según explica el doctor Augusto Zafra, psiquiatra y responsable de las unidades de Salud Mental y Desintoxicación Hospitalaria en los hospitales Vithas Valencia al Mar y Aguas Vivas, "en las personas de edad avanzada, los síntomas corpóreos como las molestias digestivas, las contracturas musculares, la pérdida de peso, el síndrome de boca ardiente, la pérdida brusca de memoria, la lentitud/excitación motora o incluso la presencia de una recuperación parcial de enfermedades físicas diagnosticadas que no terminan de curarse, pueden estar enmascarando un proceso depresivo que requiere una precoz evaluación clínica y un tratamiento específico por un médico especialista en salud mental experto en personas de edad avanzada".
Como afirma el doctor Augusto Zafra, el síntoma afectivo más común que presenta el anciano es la apatía y la falta de impulso vital. "Es frecuente que el paciente en estas edades no sepa realmente qué le pasa, ya que puede ser que sea la primera vez que tiene estas sensaciones. Sólo puede identificar síntomas inespecíficos como el dolor o un malestar físico difuso".
"Por otra parte, es curioso que en el caso de depresiones graves en el paciente anciano, el llanto se muestra atenuado; la expresión de la cara es arreactiva, que no triste; la alteración cognitiva es la norma; y tanto la lentitud como la agitación motora pueden estar presente. Son signos depresivos sutiles que distan de los clásicos síntomas de depresión que puede identificarse en edades tempranas, de ahí su dificultad diagnóstica" añade el doctor.
Si se detectan síntomas en una persona anciana que sugieran la presencia de depresión, en primer lugar, debe ser valorada por un médico general para descartar otras posibles enfermedades, y a continuación debe ser valorado por un médico especializado en psiquiatría. Más tarde, si fuera necesario, se procedería al ingreso o por el contrario al tratamiento farmacológico.