MADRID, 22 Mar. (EDIZIONES) -
La edad de la jubilación supone un antes y un después en la vida de muchas personas, especialmente en las que no han cuidado sus hábitos de vida saludables. Suele representar el punto de inflexión en muchos adultos a la hora de progresar en la pérdida de capacidades, tanto físicas como mentales.
"Por ello, es importante trabajar por un envejecimiento activo y saludable, con una promoción de hábitos de salud y educacionales, para que las personas mayores de 65 sigan participando en sociedad y en plenas facultades. En concreto, se trata de ir capacitando a las personas que se encuentren alrededor de la edad de jubilación para que en los años siguientes vivan en las mejores condiciones posibles", afirma a Infosalus el vicepresidente de la Sociedad Española de Geriatría (SEGG), el doctor Carlos Verdejo.
Para ello, el doctor ve necesario que este colectivo sea educado en una serie de conceptos sobre autocuidado personal, alimentación, o sobre el control de los factores de riesgo que pueden llevar a una acelerada pérdida de capacidades, entre otros aspectos.
Así, el también especialista del Hospital Clínico San Carlos de Madrid destaca la importancia de enseñar a envejecer a las personas de una forma saludable, y con suficiente antelación, mostrándoles cómo han de cuidarse e informándoles sobre la importancia de estar ocupados. "No tiene sentido que una persona en plenas facultades, y a los 65 años, deje de hacer su actividad ocupacional, y 10 años después se le intente educar desde el sedentarismo", sostiene.
En este sentido, Verdejo dice que el declive en las capacidades depende de la persona y, a su vez, de muchos factores: de la situación personal (condiciones médicas y enfermedades crónicas, pérdida de familiares o cónyuges, situación social), del estilo de vida, de su actitud ante la vida, del proyecto de vida que tenga o de su estado psicológico, entre otros puntos.
Eso sí, destaca que este declive puede ser más acelerado si las personas cuando llegan a la jubilación, tras años de mucho esfuerzo y actividad, no han adquirido el hábito de envejecer de forma activa. "Hay que intentar que las personas mayores sigan participando a nivel social, cultural, familiar y no tenerlas relegadas a un segundo o tercer plano. Si lo conseguimos será beneficioso para todos, para los mayores que tendrán una calidad de vida mejor y para el conjunto de la sociedad", subraya el especialista.
LA OMS Y SUS 13 RECOMENDACIONES
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado recientemente la 'Guía ICOPE', un manual para mejorar el estado de salud de las personas mayores y saber manejar la pérdida de sus capacidades mentales o físicas que puede ayudar a enlentecer o revertir cualquier decaída de éstas. En concreto, está compuesta por 13 recomendaciones:
1.- Con el objetivo de mejorar la función musculoesquelética, la movilidad y la vitalidad recomienda en primer lugar el ejercicio multimodal, incluyendo trabajar la fuerza y la resistencia de forma progresiva, así como otros componentes del ejercicio, como la flexibilidad o el ejercicio aérobico, a la hora de evitar el declive de las capacidades físicas de los mayores.
2.- Asimismo, aconseja añadir suplementos nutricionales orales para aquellas personas mayores con desnutrición, y siempre bajo prescripción médica. Según advierte, la pérdida de masa muscular y de la fuerza, la disminución de la flexibilidad y los problemas del equilibrio pueden perjudicar a la movilidad. Asimismo, destaca que el estado nutricional puede afectar negativamente a cambios psicológicos que acompañan a la edad.
3 y 4.- En cuanto a mantener las capacidades sensoriales, la OMS cree que las personas mayores deberían seguir una serie de revisiones rutinarias en su visión y audición desde la misma atención primaria. Según subraya, el envejecimiento está generalmente asociado con la pérdida de audición y con la de visión, dos factores que limitan la movilidad, su participación social, y además pueden aumentar los riesgos de caídas. Los problemas sensoriales pueden abordarse con estrategias asequibles como proveer de las correctas gafas o audioprótesis, a través de cirugía de cataratas y de adaptaciones medioambientales.
5.- A la hora de prevenir la discapacidad cognitiva severa, y de promover el buen estado psicológico, la OMS sugiere la estimulación cognitiva, ofrecida a personas con disfunción cognitiva,que tengan o no tengan un diagnóstico formal de demencia.
6.- Los más mayores que estén experimentando síntomas depresivos se les puede ofrecer breves y estructuradas intervenciones psicológicas llevadas a cabo por profesionales del sector. La discapacidad cognitiva y los problemas psicológicos, según señala la OMS, aparecen frecuentemente con la edad, y además suelen impactar en las habilidades de las personas para manejar su vida diaria (como las compras, y su funcionamiento social). Para ello, el organismo internacional aboga por una terapia de estimulación cognitiva, basada en diferentes temáticas, y de breves intervenciones psicológicas, que en su opinión pueden ser claves a la hora de prevenir la pérdida significativa de la capacidad mental, y de prevenir la dependencia en los cuidados.
7.- Por otro lado, para manejar las condiciones asociadas a la edad como la incontinencia urinaria, la OMS ve clave el vaciamiento motivado para el control y manejo de la incontinencia urinaria, en los casos de ancianos con discapacidad cognitiva.
8.- Para encarar este problema, el entrenamiento de suelo pélvico, la OMS lo indica especialmente en mujeres mayores. Así, precisa que este problema afecta a un tercio de las personas mayores en el mundo. "Las implicaciones psicosociales de la incontinencia incluyen la pérdida de la autoestima, la restricción de actividades sociales y sexuales, y a veces la depresión", lamenta. En este sentido, resalta que el fortalecimiento del suelo pélvico, la zona que soporta la uretra, aumenta su cierre y supone una solución efectiva en el manejo de la incontinencia.
9.- Sobre evitar las caídas en los más mayores, la OMS ve imprescindible revisar la medicación psicotrópica (como sedantes, por ejemplo). Según advierte, se trata de la primera causa de ingreso de las personas mayores en los hospitales y de muertes por heridas. Se deben a una combinación de factores ambientales (por iluminación, alfombras, desorden, entre otros) y por factores individuales, como la inactividad o la falta de ejercicio.
10.- Igualmente, para evitar las caídas ve conveniente el ejercicio multimodal (balance, equilibrio, fuerza, flexibilidad y entrenamiento funcional).
11.- Actuar frente al peligro que puede conllevar una caída, con modificaciones en el mobiliario de la casa, para quitar aquellas barreras que puedan causar las caídas (como las alfombras).
12.- Intervenciones multifactoriales integrando asesoramiento individualizado y a medida, para reducir los riesgos e incidencia de las caídas.
13.- Apoyo a los cuidadores de los ancianos con intervenciones psicológicas, entrenamiento, y soporte, deberían ser ofrecidos a los miembros familiares y otros cuidadores de los ancianos dependientes, especialmente cuando la necesidad del cuidado es compleja y extensa. "Los cuidadores de las personas con severas pérdidas de sus capacidades tienen un alto riesgo de experimentar estrés psicológico y depresión. El estrés de ser cuidador puede conllevar un profundo impacto en el estado psíquico, económico y social y emocional de los cuidadores", sentencia la OMS.