MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Dar progesterona a mujeres con sangrado al comienzo del embarazo no previene la pérdida del mismo, excepto entre las mujeres que tuvieron un aborto espontáneo previo, según un estudio de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).
Esta investigación, publicada en 'The New England Journal of Medicine', se llevó a cabo en 4.153 mujeres tratadas en 48 hospitales de Reino Unido.
Sobre el resultado de la investigación, el autor principal y profesor de ginecología, el doctor Arri Coomarasamy, ha afirmado que este resultado evitará el tratamiento innecesario con progesterona para la mayoría de las mujeres y dará más esperanza a las que se enfrentan a un segundo, tercer o cuarto aborto involuntario.
"La tasa de nacidos vivos es 5 puntos porcentuales más alta en el grupo de progesterona en una mujer embarazada que tuvo un aborto espontáneo previo y ahora está sangrado", ha asegurado el doctor. Asimismo, si ha tenido tres o más abortos involuntarios "es 15 puntos porcentuales más alto".
EL SANGRADO PUEDE SER UN PRESAGIO DE UN EMBARAZO PERDIDO
El sangrado, que podría significar problemas en los primeros meses de embarazo, ocurre en aproximadamente el 25 por ciento de todos los embarazos. En el 10 o 20 por ciento de los casos, el sangrado puede ser un presagio de un embarazo perdido.
Durante años, ha asegurado el ginecólogo, los médicos han usado preparaciones de progesterona fuera de lo indicado para tratar un aborto espontáneo en peligro, en parte debido a una disminución en los niveles hormonales justo antes de un aborto espontáneo. Eso llevaba a un tratamiento de larga duración para administrar progesterona, aunque no estaba respaldado por una buena evidencia.
El nuevo estudio ha proporcionado evidencia de cuándo la hormona funciona y cuándo no. "Es probable que la razón inicial para la terapia hormonal, es decir, la caída observada en los niveles hormonales del embarazo antes de la pérdida del embarazo, fue una consecuencia más que una causa de fracaso del embarazo", ha explicado el doctor Michael Green, participante en la investigación del Hospital General de Massachusetts (EEUU).
Durante el estudio, para las 2.238 mujeres que no tenían antecedentes de aborto espontáneo, la tasa de nacidos vivos después de las 34 semanas de gestación fue del 75 por ciento ente las mujeres con sangrado tratadas con 400 miligramos de progesterona micronizada dos veces al día, en comparación con el 72 por ciento de las mujeres tratadas con un placebo compatible. Estadísticamente, han explicado los investigadores, esa diferencia es demasiado pequeña para descartar la posibilidad de que fuera debido al azar.
Pero, entre las mujeres que había sufrido uno o más abortos involuntarios, el 75 por ciento en el grupo de progesterona dio a luz en comparación con el 70 por ciento que recibió supositorios de placebo vaginal, lo que sugiere que la hormona ayudó.
Asimismo, las mujeres en el grupo de riesgo ultra alto, que habían sufrido tres o más abortos espontáneos, tuvieron un embarazo exitoso el 72 por ciento de las veces si se les administró progesterona en comparación con el 57 por ciento con placebo.
Con este resultado, ha afirmado Coomarasamy, por primera vez "podríamos decir que hay un tratamiento que podría ayudar a la mujer si ha tenido un aborto espontáneo antes".
Del mismo modo, una mujer que nunca ha perdido un embarazo puede desear ser tratada de todos modos, "aquí es donde el médico tendrá que compartir la evidencia y demostrar que no tiene beneficios", ha continuado explicando. Aunque, los investigadores no encontraron pruebas de que el tratamiento, que utiliza una versión natural de la progesterona, fuera perjudicial.