Nueva vía para abordar la resistencia a los medicamentos en cáncer de piel

Una célula de melanoma resistente a los medicamentos que ha alterado su citoesqueleto.
Una célula de melanoma resistente a los medicamentos que ha alterado su citoesqueleto. - QUEEN MARY UNIVERSITY OF LONDON
Publicado: lunes, 20 enero 2020 7:57

   MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Los investigadores han descubierto que las células de melanoma luchan contra los medicamentos contra el cáncer al cambiar su esqueleto interno (citoesqueleto), lo que abre una nueva ruta terapéutica para combatir la piel y otros tipos de cáncer que desarrollan resistencia al tratamiento, según publican en la revista 'Cancer Cell'.

   El equipo, dirigido por la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido), descubrió que las células del melanoma dejan de responder tanto a las inmunoterapias como a los fármacos dirigidos a los genes defectuosos del tumor (mutaciones B-RAF o N-Ras en la vía MAPK) al aumentar la actividad de dos proteínas citoesqueléticas: ROCK y Myosin II. Encontraron que estas moléculas eran clave para la supervivencia de las células cancerosas y la resistencia a estos tratamientos.

   Las moléculas se habían relacionado previamente con el proceso de diseminación metastásica, pero no con el escaso impacto de las terapias actuales contra el melanoma. Este trabajo apunta a una fuerte conexión entre la metástasis y la resistencia a la terapia, lo que confirma que el citoesqueleto es importante para determinar lo agresivo que es un cáncer.

   El melanoma maligno tiene tasas de supervivencia muy bajas a pesar de estar a la vanguardia de la inmunoterapia personalizada. Esto se debe en gran medida al desarrollo de resistencia.

   Las pruebas en ratones sugieren que los tumores resistentes a la terapia (o que no responden) efectivamente necesitan ROCK-Myosin II para crecer. Así, el equipo comprobó que bloquear la vía ROCK-Myosin II no solo reduce el crecimiento de las células cancerosas, sino que también ataca las células inmunes defectuosas (macrófagos y células T reguladoras) que no logran matar el tumor. Esta acción aumenta la inmunidad antitumoral.

   La autora principal, Victoria Sanz-Moreno, profesora de Biología Celular del Cáncer en la Universidad Queen Mary, explica que les sorprendió mucho "descubrir que las células cancerosas usaban el mismo mecanismo, cambiando su citoesqueleto, para escapar de dos tipos muy diferentes de medicamentos. En pocas palabras, si usted es una célula cancerosa, lo que no lo mata lo hace más fuerte".

   "Sin embargo --añade--, su dependencia de ROCK-Myosin II es una vulnerabilidad que las pruebas de combinación de terapia con medicamentos en ratones sugieren que podemos explotar en la clínica combinando las terapias existentes contra el melanoma con inhibidores de ROCK-Myosin II".

   La profesora asegura, además, que la investigación puede tener implicaciones para los cánceres con genes defectuosos similares.

   El primer autor, José L. Orgaz, investigador del Queen Mary's Barts Cancer Institute, añade que Una observación importante fue el hallazgo de mayores niveles de actividad de Myosin II en melanomas humanos resistentes, lo que sugiere el potencial como biomarcador del fracaso de la terapia. Los melanomas resistentes también tenían un mayor número de células inmunes defectuosas (macrófagos y células T reguladoras), lo que también podría contribuir a la falta de respuesta".

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