MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Con la vuelta al colegio, a la rutina, y con la llegada del otoño lamentablemente son muchos los laboratorios y casas comerciales que este mes de septiembre nos 'venden' la necesidad de tener que tomar suplementos vitamínicos o de otras características para arrancar con más fuerza el nuevo curso. Algo que para nada es necesario, salvo si un médico así nos lo prescribe.
Así nos lo explica a Infosalus Ascensión Marcos, profesora de investigación del CSIC y fundadora del Grupo de Inmunonutrición en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del CSIC: "Con una buena alimentación y con una buena actividad física diaria, que es muy importante, es suficiente. No hace falta la toma de suplementos vitamínicos".
Esa actividad o ejercicio físico diario debe constar, al menos, de 45 minutos, y debe ser realizado durante dos o tres días a la semana. "Es fundamental para que nuestro sistema inmune funcione bien. ¿Qué algunas veces hacen falta probióticos? Sí, a veces son interesantes, pero deben estar estos asesorados por un profesional siempre. No vale cualquiera, porque muchas veces no hay estudios detrás", añade la experta.
Así, insiste sobre la conveniencia o no de la toma de suplementos en esta época y remarca que esta siempre debe contar con una analítica previa solicitada por un médico especialista. "Si se tiene un déficit entonces sí, habrá que tirar de suplemento. Pero en ningún caso se deben tomar a la ligera. Tomar algo porque sí no tiene sentido. Haces trabajar más al organismo y hay que tener cuidado porque puede ser más malo que bueno en alguna ocasión", remarca esta investigadora del CSIC.
CÓMO MANTENER FUERTE NUESTRAS DEFENSAS
Es más, defiende que el mantenimiento de una dieta equilibrada que aporte todos los macronutrientes (carbohidratos, grasas, y proteínas), micronutrientes, además de otros compuestos bioactivos e hidratación, juega a favor del buen estado del sistema inmunitario.
"Los buenos hábitos, no solo de dieta y de comportamiento alimentario, sino también de actividad física, de sueño, y de descanso, o de cuidado emocional, participan en la regulación de los sistemas fisiológicos, incluyendo la función inmunitaria; repercutiendo en consecuencia en la salud global", subraya.
FALTA BUENA EDUCACIÓN NUTRICIONAL
A su juicio, esto demuestra que nuestro país adolece de una "buena educación nutricional", que precisamente explica en el libro 'Inmunonutrición' (CSIC-Catarata), que ha publicado recientemente junto a Esther Nova Rebato, Sonia Gómez Martínez, y Ligia Esperanza Díaz Prieto; científicas todas ellas del ICTAN.
Aquí recuerda que alimentación y nutrición no son lo mismo, y que una malnutrición en muchas ocasiones puede ser fruto de enfermedades, tal y como demuestran numerosas publicaciones científicas: "La alimentación es de boca para fuera. Tú te alimentas voluntariamente y escoges alimentos para alimentarte. Mientras que la nutrición es un proceso involuntario, de boca para adentro, y parte de la fisiología y de la bioquímica. Son diferentes. Si bien es cierto que la alimentación influye en nuestra nutrición; pero son dos cosas distintas".
En este punto, remarca que nuestra dieta puede ayudar a prevenir patologías, desde infecciosas hasta otras no transmisibles como la diabetes tipo 2, la obesidad, o las enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares, o autoinmunes.
Es por ello fundamental conocer nuestro estado nutricional, relata Marcos a Infosalus, que no solo consta de una buena dieta, porque según sea nuestra situación nutricional podremos tener o no algún problema. "Para saber cómo está nuestra situación nutricional hay que hacer un buen estudio de comportamiento alimentario, de dieta, incluso qué actividad física llevamos, horas de sueño, y si este es de buena calidad, además de cuantificar el estrés del día a día. Es muy importante también la gestión emocional", apunta.
LOS ESPAÑOLES TENEMOS MAL ESTADO NUTRICIONAL
En este contexto, la investigadora del CSIC subraya que el estado nutricional de los españoles es "bastante malo", tal y como en su opinión ha demostrado la pandemia, donde personas relativamente jóvenes, según cuenta, se fueron contar con sobrepeso y obesidad, que habían derivado en enfermedades muy importantes no transmisibles, enfermedades cardiovasculares e incluso neurodegenerativas porque no había una buena alimentación, ni un buen estado nutricional.
"Si no tenemos un buen estado nutricional nuestro sistema inmune no funciona adecuadamente y con lo cual las infecciones son más prevalentes, así como todos los procesos de inflamación. Así que hay que tener mucho cuidado", remarca la fundadora del Grupo de Inmunonutrición en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición del CSIC.