MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, ha sentenciado que es "crítico" que España fomente la inversión pública en investigación biomédica básica, con el fin de atraer más inversión internacional y reforzar la calidad del sistema de salud.
Así se ha pronunciado durante su comparecencia este miércoles en una subcomisión que, dentro de la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Congreso de los Diputados, estudia el desarrollo del Pacto por la Ciencia y la Innovación. En este sentido, ha destacado que "España tiene el potencial para convertirse en uno de los países líderes en investigación de medicamentos y terapias avanzadas, potenciando la capacidad del SNS y generando beneficios sanitarios, económicos y sociales".
"La investigación biofarmacéutica vive en el mundo una gran revolución, a través de los nuevos conocimientos a nivel tisular, celular y genómico, que están favoreciendo una medicina de mayor precisión y más personalizada", ha explicado, añadiendo que España tiene "una gran base" para unirse a esta revolución.
"En España, un tercio del total de la inversión en I+D se dedica a la salud, y somos una referencia internacional en ensayos clínicos de medicamentos, lo que nos proporciona una base sólida para competir con otros países en el objetivo de convertirnos en uno de los grandes polos de atracción de inversión en investigación en el ámbito del medicamento", ha señalado al respecto.
Para López-Belmonte, la colaboración público-privada es la base del avance biomédico, como se ha comprobado con las vacunas contra la Covid-19. "La forma de trabajar no ha sido nueva. La investigación de medicamentos se sustenta en un modelo abierto, internacional y colaborativo orientado a detectar el conocimiento allí donde se genera, y, desde la industria farmacéutica, se aporta la experiencia, la organización y los recursos necesarios para que ninguna potencial solución terapéutica paralice su proceso de I+D por falta de medios".
Así las cosas, López Belmonte ha alertado de que, aunque en España la investigación científica tiene unos niveles elevados, hay un "déficit constatado" de traslación a la industria del esfuerzo realizado y, consecuentemente, al mercado. "Necesitamos solventar obstáculos y crear estímulos que nos permitan realizar una adecuada transferencia de tecnología y de conocimiento desde el sector público al privado", ha reclamado.
EL "CÍRCULO VIRTUOSO" DE LA INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Por otro lado, López Belmonte ha asegurado que apostar por la innovación en el campo biomédico lo es para toda sociedad moderna. "Hasta el 73 por ciento del incremento de la esperanza de vida en los países desarrollados se debe directamente a los nuevos medicamentos y, como nos ha mostrado la pandemia, no hay economía sin salud, y no hay salud sin una investigación biomédica de excelencia", ha remachado, destacando que España, como cuarta economía de la Unión Europea, "no puede permitirse estar al margen de la vanguardia científica".
Así, para el presidente de Farmaindustria, la actividad investigadora genera un "círculo virtuoso" en todo el sistema sanitario. "Atrae inversión para el sistema por parte de la industria farmacéutica, que promueve y financia más del 80 por ciento de los ensayos clínicos; contribuye a la cualificación de los profesionales sanitarios, y multiplica las opciones para los pacientes". Hoy hay en España en marcha unos 3.500 ensayos clínicos de medicamentos, en los que participan más de 130.000 pacientes.
Por otro lado, López-Belmonte ha puesto en valor que España ha sido el primer país de Europa y el cuarto del mundo en número de ensayos de potenciales tratamientos contra la Covid-19, algo que ha ocurrido "gracias a la solidez del sistema sanitario, a la alta formación de sus profesionales, a la participación de los pacientes y a una estrecha colaboración entre Administración sanitaria y compañías farmacéuticas que han hecho que para muchas de las grandes compañías investigadoras España es ya el segundo país del mundo en investigación clínica, sólo por detrás de Estados Unidos".
"Tenemos que explotar nuestras ventajas competitivas para generar un potente ecosistema de investigación biomédica", ha pedido el presidente de Farmaindustria a los diputados, para continuar reclamando una mayor colaboración entre la iniciativa pública y la privada.
En este sentido, ha hecho hincapié en la condición de inversión, y no de gasto, de la investigación biomédica, "con retornos desde la triple perspectiva sanitaria, económica y social". Por ello, Farmaindustria insiste en la necesidad de asegurar el mejor acceso posible de los pacientes a los medicamentos, garantía de eficiencia para el sistema sanitario y crítico para estimular la apuesta de la industria por la investigación en España.
Para aprovechar esta oportunidad, el presidente de Farmaindustria ha propuesto la colaboración entre Administración, sistema sanitario, comunidad científica, pacientes e industria para definir y ejecutar "una estrategia de país adecuada, que, junto a un plan de inversión pública sostenido en el tiempo, que puede venir facilitado por los fondos europeos, y un marco flexible de colaboración con la iniciativa privada, debe colocarnos a la altura de los países de referencia en la Unión Europea".
A esto último ha añadido el impulso a la digitalización del Sistema Nacional de Salud; una regulación farmacéutica que reconozca el valor de la innovación y posibilite el acceso rápido de los pacientes a las nuevas terapias, y unos incentivos a la inversión en I+D+i que pasan también por la defensa de los derechos de propiedad industrial.