MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
La directora médica del Grupo Farmasierra, Encarnación Arriza, ha señalado que la eficacia y seguridad de los probióticos resulta "clave" para mejorar los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable (SII), como dolor abdominal, hinchazón, distensión, flatulencia y cambios en los hábitos intestinales como estreñimiento o diarrea.
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando son suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud, pero es necesario identificar la cepa adecuada para cada patología y demostrar su eficacia y seguridad mediante estudios.
"No todos los probióticos son iguales. Es necesario identificar la cepa adecuado para cada caso, y demostrar su eficacia y seguridad mediante estudios clínicos. Cada probiótico debe ser estudiado individualmente para determinar su eficacia y seguridad", asegura.
Según datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), el SII afecta a entre un 10 y un 20 por ciento de la población, más frecuentemente a mujeres, y con una mayor prevalencia entre los 20 y 50 años. Este trastorno gastrointestinal, también conocido como colon irritable, se caracteriza por episodios de dolor abdominal y cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento, diarrea, distensión abdominal, hinchazón y/o flatulencia.
A pesar de que el SII es el trastorno gastrointestinal más frecuentemente diagnosticado y la segunda causa de absentismo laboral tras el resfriado común, solo un 15 por ciento de los afectados consultan a un médico ante la manifestación de síntomas y existe un gran desconocimiento en torno a la enfermedad.
La experta señala que, aunque no existe ningún tratamiento curativo para el SII, se pueden realizar dos tipos de abordajes, uno mediante actuación en los hábitos de vida y otro desde el punto de vista farmacológico. En cuanto a hábitos de vida, indica que se deben seguir una serie de recomendaciones como, por ejemplo, evitar el consumo de tabaco y alcohol, identificar qué alimentos sientan peor y eliminarlos, realizar cinco comidas al día y dedicarle, al menos, 20 minutos a cada una.
Del mismo modo, argumenta que es importante tomarse tiempo para defecar, acudir siempre que se tenga deseo y no reprimirlo. Además, realizar 30 minutos al día de actividad física adecuada a la condición de cada persona y evitar situaciones estresantes es aconsejable para mitigar los síntomas de la enfermedad.
Respecto al tratamiento terapéutico, asegura que numerosos estudios han demostrado que los probióticos tienen eficacia en esta patología. "No obstante, el especialista médico indicará cuál es el adecuado según los síntomas que se presenten, que pueden ir desde la ingesta de fibra, los laxantes, si existe predominio de estreñimiento, los antidiarreicos, en caso de diarrea, los antiespasmódicos, o incluso, en ocasiones, hay que recurrir a antidepresivos o ansiolíticos", concluye.