MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos ha registrado 695 casos de sarampión en 22 estados en lo que va de año, lo que supone la mayor cifra desde que la enfermedad fue eliminada en el país norteamericano en el año 2000, según cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés).
El alto número de casos en 2019 es principalmente el resultado de unos pocos brotes grandes: uno en el estado de Washington y dos brotes grandes en Nueva York que comenzaron a finales de 2018. Los brotes en la ciudad de Nueva York y el estado de Nueva York están entre los más grandes y de mayor duración desde la eliminación del sarampión en el año 2000, estima CDC.
"Cuanto más tiempo continúen estos brotes, mayores serán las probabilidades de que el sarampión vuelva a tener una presencia sostenida en Estados Unidos. Detener estos brotes de sarampión es una prioridad. La vacunación es la mejor manera de protegerse", recuerda la administración estadounidense.
Los CDC achacan los brotes recientes a los viajeros. "El sarampión se importa cuando un viajero no vacunado visita un país donde hay una transmisión generalizada del sarampión, se infecta de sarampión, regresa a Estados Unidos y expone a personas de una comunidad que no están vacunadas. Cuando el sarampión se importa a una comunidad con una población altamente vacunada, los brotes no se producen o suelen ser pequeños. Sin embargo, una vez que el sarampión se encuentra en una comunidad subvacunada, resulta difícil controlar la propagación", explican.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este mes que ha habido un aumento del 300 por ciento en el número de casos de sarampión en todo el mundo en comparación con los tres primeros meses de 2018. Ese aumento es parte de una tendencia mundial observada en los últimos años, ya que otros países luchan contra la disminución de las tasas de vacunación y pueden estar exacerbando la situación en este país.