MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
La infección por malaria durante el embarazo representa un importante problema de salud pública en las regiones endémicas de la enfermedad, ya que aumenta sustancialmente los riesgos para las madres y sus hijos no nacidos. Una nueva vacuna conocida como PRIMVAC ha demostrado resultados prometedores en un ensayo clínico para estudiar su seguridad y recopilar datos preliminares sobre su capacidad para inducir una respuesta inmune, anuncian los investigadores en la revista 'Lancet Infectious Diseases'.
Según la Organización Mundial de la Salud, la malaria es responsable de más de 400.000 muertes cada año. A pesar del progreso logrado en la lucha contra esta enfermedad en las últimas décadas algunas poblaciones siguen siendo particularmente vulnerables. Una de esas poblaciones son las mujeres embarazadas.
En las áreas del mundo donde la malaria es endémica, las personas adquieren inmunidad durante su infancia, lo que significa que generalmente están protegidas contra sus efectos más graves una vez que alcanzan la edad adulta.
Sin embargo, las mujeres embarazadas son una excepción porque los glóbulos rojos infectados con el parásito 'Plasmodium falciparum' responsable de la malaria se acumulan en la placenta, lo que promueve la anemia y la hipertensión gestacional.
La enfermedad también está relacionada con un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y retrasos en el crecimiento intrauterino que conducen a un bajo peso al nacer y una alta tasa de mortalidad neonatal.
En África subsahariana, 11 millones de mujeres embarazadas se infectaron con malaria en 2018, y alrededor de 900.000 de sus bebés nacieron con bajo peso.
Para abordar este problema de salud pública, un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM) y la Universidad de París dirigido por el Director de Investigación del CNRS, Benot Gamain, ha pasado las últimas dos décadas desarrollando una vacuna contra la malaria gestacional.
El objetivo es prevenir la muerte de hasta 10.000 madres y 200.000 bebés cada año. "Desarrollar una vacuna eficaz para las mujeres jóvenes antes de su primer embarazo es una prioridad si queremos reducir la mortalidad relacionada con la malaria --señala Benot Gamain--. Una estrategia eficaz podría centrarse en una población similar a la que está dirigida por la vacuna contra el VPH, por ejemplo, antes de que las mujeres se vuelvan sexualmente activas".
UNA VACUNA SEGURA Y EFECTIVA
Llamada PRIMVAC, la vacuna se había producido recientemente en grandes cantidades de acuerdo con la normativa vigente. En un ensayo clínico los investigadores recogieron datos sobre su seguridad y capacidad para inducir una respuesta inmune adecuada, hasta 15 meses después de la vacunación inicial.
La vacuna se evaluó en 68 mujeres no embarazadas de 18 a 35 años en el Centro de Investigación Clínica Cochin Pasteur en París, luego en el Centro Nacional de Investigación y Capacitación sobre la Malaria (CNRFP) en Uagadugú, Burkina Faso.
Las participantes fueron asignadas aleatoriamente a 4 cohortes, recibiendo la vacuna en varias dosis, en 3 ocasiones durante un período de 3 meses. Estas mujeres fueron controladas durante 15 meses para identificar y tratar cualquier efecto secundario y estudiar la respuesta inmune inducida por la vacuna.
Los resultados de este estudio muestran que PRIMVAC es bien tolerado. Además, los investigadores han demostrado que la vacuna puede producir una respuesta inmune, con la producción de anticuerpos en el 100% de las mujeres vacunadas después de solo dos inyecciones.
Los anticuerpos producidos son capaces de reconocer el antígeno parásito en la superficie de los glóbulos rojos infectados e inhibir su capacidad adhesiva, que es responsable de su acumulación en la placenta.
"Pudimos demostrar que la vacuna es bien tolerada, en todas las dosis probadas. Los efectos secundarios observados fueron principalmente dolor en el lugar de la inyección --apunta Gamain--. También revelamos que la cantidad de anticuerpos generados por la vacuna aumenta después de cada vacunación y que persisten durante varios meses. Por lo tanto, parece que la vacuna tiene la capacidad de desencadenar una respuesta inmune duradera y potencialmente protectora".
Estudiar esta respuesta inmune a largo plazo será el tema de futuros ensayos clínicos. Los investigadores quieren continuar controlando a las 50 voluntarias de Burkinabe para evaluar si la respuesta inmune inducida por la vacuna se mantiene hasta su primer embarazo.