MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El progreso de un país hacia la eliminación del sarampión puede trazarse en un "camino canónico" que, a su vez, puede guiar las estrategias de vacunación, según un estudio de científicos de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos.
Los investigadores encontraron que la trayectoria que siguen los países para eliminar el sarampión se debe a su tasa de natalidad y cobertura de vacunación. La adopción del nuevo concepto de vía canónica, descrito en un documento que se publica este jueves en 'Science', podría ayudar a los países a adaptar los esfuerzos de control del sarampión a medida que avanzan hacia la eliminación del sarampión, en general, y también como respuesta a los brotes.
Las vacunas infantiles contra el sarampión han sido estándar en muchos países desde la década de 1960, y se pensaba que el sarampión se había eliminado en varios países, incluyendo, a partir de 2000, Estados Unidos. Al mismo tiempo, el sarampión todavía infecta a varios millones de personas en todo el mundo, principalmente niños, matando un estimado de 100.000 cada año.
Los brotes recientes en Estados Unidos y en todo el mundo hacen de 2019 uno de los peores años para el sarampión en décadas. Los investigadores llaman a este camino "canónico" porque es el resultado esperado de la teoría fundamental que gobierna la dinámica epidémica del sarampión.
"Cuando completamos el análisis inicial de este documento con datos hasta 2014, la historia fue muy clara: los países avanzaban hacia la eliminación en el camino canónico y luego se quedaron allí", dice el autor principal del estudio, Justin Lessler, profesor asociado en el Departamento de Epidemiología en la Escuela Bloomberg. "Desafortunadamente, cuando agregamos datos más recientes, la historia se complicó a medida que muchos países, particularmente en las Américas, comenzaron a retroceder por el camino por el resultado de una vacunación inadecuada alimentada en parte por el descontento social y el rechazo de la vacuna en varios países", añade.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos han estimado que las vacunas contra el sarampión previnieron más de 20 millones de muertes en todo el mundo entre 2000-2017. Incluso, hasta el año 2000, hubo hasta 28 millones de casos de sarampión en todo el mundo con más de 500.000 muertes asociadas. En los últimos años, ha habido brotes de sarampión con miles de casos reportados incluso en países ricos como Alemania, Italia y España. Algunos países menos ricos, como India, Filipinas, Etiopía y Nigeria, todavía declaran decenas de miles de casos cada año.
DISMINUCIÓN EN EL NÚMERO DE PERSONAS SUSCEPTIBLES A LA INFECCIÓN
"En general, se ha dependido de marcos en bruto y cualitativos para clasificar a los países en su progreso hacia la eliminación y la determinación de estrategias de vacunación", dice la coautora del estudio Amy Winter, investigadora postdoctoral en el Departamento de Epidemiología en Bloomberg. "Queríamos mejorar este marco utilizando datos fácilmente disponibles y cálculos simples para resumir las complejas dinámicas a medida que los países avanzan hacia la eliminación del sarampión", añade.
El camino canónico descrito por Winter, Lessler y sus colegas refleja el hecho de que el número anual de casos de sarampión per cápita en un país, una medida llamada incidencia, disminuye a medida que baja el número de personas susceptibles al sarampión. La disminución en el número de niños susceptibles se produce debido al aumento de la vacunación y/o la disminución de la tasa de natalidad. La vía también refleja la observación de que, a medida que disminuye la incidencia de sarampión, inicialmente se vuelve más variable de un año a otro, ya que los huéspedes susceptibles se vuelven cada vez están más alejados en promedio, y los brotes se vuelven más esporádicos e impredecibles.
Estos brotes más esporádicos cambian la naturaleza de quién se infecta, modificando la enfermedad desde una solo infantil a una que también puede afectar a los adultos. Este cambio de edad ha sido obvio en brotes recientes en Estados Unidos y en otros lugares. "Finalmente, llega a un punto en el camino donde realmente parece que se tiene el sarampión bajo control y se está moviendo hacia la eliminación, y en ese punto la variabilidad de la incidencia también comienza a disminuir", dice Lessler.
La posición de un país en este camino implica otra información importante, como la distribución por edades de las personas susceptibles al sarampión. A medida que los brotes se vuelven más esporádicos, las personas no vacunadas pueden envejecer antes de infectarse, lo que puede llevar a desafíos raramente vistos en entornos "endémicos" donde todos se infectan en la infancia, como las infecciones en mujeres embarazadas.
"Zambia, por ejemplo, pasó de tener infecciones sistemáticas generalizadas de sarampión entre los niños pequeños a no poseer casi ningún sarampión por un tiempo, y luego comenzó a registrar brotes esporádicos y, en ocasiones, en niños y mayores --dice Lessler--. En casos como ese, el rango de edad al que se dirige con las campañas de vacunación tiene que aumentar".
Después de introducir vacunas contra el sarampión, los países en general tienden a avanzar por el camino en una dirección, hacia la eliminación del sarampión. Pero si se reduce la cobertura de vacunación, pueden darse la vuelta y comenzar a moverse en la dirección opuesta. Para los epidemiólogos de enfermedades infecciosas, una de las grandes historias de los últimos años ha sido el incremento de los casos de sarampión en países de ingresos medios como Brasil y Ucrania, debido en parte a la negativa de muchos padres a vacunar a sus hijos.
"Desde 2014, varios países han empezado a retroceder, están viendo brotes esporádicos y grandes", lamenta Lessler. Y agrega: "La preocupación es que a medida que disminuyen las tasas de vacunación, continuará la progresión hacia atrás".