Eficacia de Teclistamab en mieloma múltiple de alto riesgo: 45% de respuesta parcial muy buena en pacientes no elegibles

Archivo - Las células de mieloma múltiple se agrupan en el flujo sanguíneo.
Archivo - Las células de mieloma múltiple se agrupan en el flujo sanguíneo. - NEMES LASZLO/ ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 9 julio 2025 7:49

   MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Un estudio retrospectivo ha revelado la eficacia del activador de células T biespecífico en pacientes con mieloma múltiple de alto riesgo y fuertemente pretratado, incluso después de una terapia previa con BCMA. Beatrice M. Razzo, profesora adjunta en la Universidad Thomas Jefferson (Estados Unidos), ex becaria de hematología y oncología en la Universidad de Pensilvania es la autora principal del estudio

   En concreto, Teclistamab-cqyv (Tecvayli) produjo respuestas clínicamente significativas en pacientes con mieloma múltiple fuertemente pretratado que no habrían sido elegibles para el ensayo MajesTEC-1 e identificó un nuevo factor asociado independientemente con los resultados.

   Cabe mencionar que teclistamab-cqyv es un anticuerpo biespecífico que interactúa con las células T y se dirige a las células de mieloma múltiple a través del receptor del antígeno de maduración de células B (BCMA). Recibió aprobación acelerada en 2022 para pacientes tratados con cuatro o más líneas de terapia previa, basándose en los resultados del ensayo clínico de fase I/II MajesTEC-1. Sin embargo, los posibles beneficios de la inmunoterapia biespecífica en poblaciones no representadas en el ensayo, o en presencia de factores de riesgo asociados con peores resultados, siguen siendo un foco importante de investigación clínica en curso.

   "Teclistamab es una opción de tratamiento importante para pacientes con mieloma múltiple recidivante/refractario, pero aún queda mucho por aprender sobre cómo modificar los factores de riesgo y optimizar el uso de teclistamab en la práctica clínica", declara Beatrice M. Razzo

   En este trabajo, el más grande de su tipo hasta la fecha, Razzo y su equipo analizaron retrospectivamente los datos de 509 pacientes con mieloma múltiple, la mitad de los cuales había recibido al menos seis tratamientos previos. El 89% (453) de estos pacientes no habría sido elegible para MajesTEC-1, siendo las razones más comunes el tratamiento previo con otra terapia dirigida a BCMA (236 pacientes), citopenias (189 pacientes) y un estado funcional ECOG de dos o superior (117 pacientes).

En general, los pacientes de este estudio representaban una población de mayor riesgo, con mayor fragilidad y una mayor prevalencia de enfermedad refractaria a múltiples fármacos y anomalías citogenéticas, según Razzo.

   De esta forma, el anticuerpo biespecífico redujo la carga de enfermedad al menos a la mitad en el 53% (270) de los 506 pacientes evaluables, y el 45% (228) presentó una reducción de al menos el 90% en la carga de enfermedad (la denominada "respuesta parcial muy buena" en los criterios oficiales de respuesta).

Con una mediana de seguimiento potencial de 10,1 meses, la mitad de los pacientes permaneció sin progresión durante al menos 5,8 meses y se estima que el 61% sobrevivió al año. Incluso con la alta prevalencia de pacientes con características de alto riesgo, no pareció haber un aumento en la frecuencia de eventos adversos en comparación con su prevalencia en MajesTEC-1 y otros análisis del uso del anticuerpo biespecífico en la práctica clínica.

   Cabe destacar que los 56 pacientes que habrían sido elegibles para MajesTEC-1 tuvieron tasas de respuesta general similares en comparación con la población del ensayo de registro, 61% y 63%, respectivamente.

   En cuanto a los pacientes no elegibles para MajesTEC-1, el anticuerpo biespecífico también benefició a muchos pacientes tratados previamente con linfocitos T CAR dirigidos contra BCMA o con el conjugado anticuerpo-fármaco belantamab mafodotina (Blenrep). El 40% presentó respuestas parciales muy positivas, incluyendo el 43% de los 58 pacientes cuya enfermedad había sido tratada previamente con el conjugado anticuerpo-fármaco y el 38% de los 104 pacientes cuya enfermedad había sido tratada previamente con linfocitos T CAR.

   Análisis posteriores revelaron que los pacientes que recibieron terapia dirigida a BCMA en los nueve meses posteriores al inicio de teclistamab-cqyv mostraron tasas más bajas de respuestas parciales muy buenas y períodos más cortos de supervivencia libre de progresión.

Sin embargo, esta resistencia terapéutica se presentó con mayor frecuencia en el grupo tratado recientemente con células T CAR que en aquellos tratados recientemente con belantamab mafodotin, quienes respondieron a una tasa comparable a la de los pacientes sin tratamiento previo con BCMA.

   "Estos hallazgos en pacientes con exposición previa a células T CAR BCMA sugieren que un mayor espaciamiento podría permitir la recuperación de la aptitud de las células T o la reaparición de subclones que expresan BCMA. Por otro lado, un intervalo más largo podría simplemente reflejar una biología de la enfermedad menos agresiva", explica Razzo.

   La infiltración extensa de médula ósea por células de mieloma (fracción del 60% o superior) o marcadores indirectos de alta carga de enfermedad, como anemia, trombocitopenia o bajo recuento absoluto de linfocitos, antes del tratamiento también se asoció significativamente con tasas más bajas de "respuestas parciales muy buenas" y períodos más cortos de supervivencia libre de progresión.

El estudio también reveló que la ferritina basal elevada se asociaba con peores resultados, independientemente de la carga de enfermedad. "Sin embargo, teclistamab-cqyv sigue siendo una opción de tratamiento importante para pacientes con mieloma múltiple de línea tardía, recidivante o refractario, y debe considerarse incluso en aquellos con exposición previa a BCMA o marcadores de alta carga de enfermedad e inflamación", matiza Razzo.

"Nuestros resultados resaltan la compleja interacción entre los parámetros clínicos en tiempo real y las características basales de la enfermedad a la hora de influir en los resultados de los pacientes y sugieren que los primeros pueden ser un indicador más fiable de la biología de la enfermedad que las segundas en estos pacientes, pero todavía hay mucho que aprender", añade.

   Con ese fin, Razzo y sus colaboradores se centran en su ensayo de fase II en curso que investiga la dosificación de medicamentos de duración limitada en pacientes con mieloma múltiple avanzado.

   Entre las limitaciones del estudio se incluyen la falta de estandarización de los datos de la práctica clínica real, así como la ausencia de un proceso centralizado e independiente de revisión o adjudicación para las evaluaciones de respuesta y toxicidad. Tampoco se dispuso de información sobre la intensidad de la dosis de teclistamab-cqyv administrada a los pacientes para su análisis.

   El estudio contó con el apoyo de una beca de formación del Instituto Nacional del Cáncer. Razzo recibió honorarios del consejo asesor de Johnson & Johnson.

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