La dieta afecta la sensibilidad del microbioma intestinal a los antibióticos

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Publicado: viernes, 13 septiembre 2019 9:56

   MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo estudio publicado en la revista 'Cell Metabolism', la investigadores han descubierto que los antibióticos cambian la composición y el metabolismo del microbioma intestinal en ratones, y que la dieta de un ratón puede mitigar o exacerbar estos cambios.

   Es sabido que los antibióticos salvan innumerables vidas cada año de infecciones bacterianas dañinas, pero también que la comunidad de bacterias beneficiosas que viven en el intestino humano, conocida como microbioma, con frecuencia sufre daños colaterales.

   El investigador Peter Belenky, profesor asistente de Microbiología Molecular e Inmunología en la Universidad de Brown, en Estados Unidos, estudia formas de minimizar este efecto secundario, que puede provocar infecciones por 'Clostridium difficile' y otros desequilibrios potencialmente mortales en el microbioma.

   Los hallazgos son un paso para ayudar a los humanos a tolerar mejor el tratamiento con antibióticos, asegura Belenky.

   "Los médicos ahora saben que cada prescripción de antibióticos tiene el potencial de provocar resultados de salud muy dañinos relacionados con el microbioma, pero no tienen herramientas fiables para proteger a esta comunidad fundamental y al mismo tiempo tratar infecciones mortales

   --añade--. El objetivo de mi laboratorio es identificar nuevas formas de proteger el microbioma, lo que puede aliviar algunos de los peores efectos secundarios de los antibióticos".

   El microbioma intestinal es un ecosistema que comprende billones de bacterias que se han coevolucionado específicamente con su huésped. Esta comunidad ayuda al huésped de muchas maneras, como descomponer la fibra dietética y ayudar en el mantenimiento de la salud intestinal general, asegurando que las células intestinales formen una barrera estrecha y compitan por los recursos con bacterias dañinas.

   El autor principal del estudio, Damien Cabral, un estudiante de doctorado en el programa de Patología de Brown, trató a tres grupos de ratones con diferentes antibióticos, luego estudió cómo cambió la composición de las bacterias en el intestino del ratón y cómo las bacterias se adaptaron a un nivel metabólico después del tratamiento con antibióticos.

   La amoxicilina, comúnmente utilizada para tratar infecciones del oído y faringitis estreptocócica, redujo drásticamente los tipos de bacterias presentes en el intestino y cambió los genes utilizados por las bacterias restantes.

   Los investigadores también estudiaron la ciprofloxacina, utilizada para tratar las infecciones del tracto urinario y la fiebre tifoidea, y la doxiciclina, que a menudo se aplica en el tratamiento de la enfermedad de Lyme y las infecciones sinusales. Los cambios asociados con esos fármacos fueron menos pronunciados.

   Un tipo de bacteria potencialmente beneficiosa común en el intestino humano, 'Bacteroides thetaiotaomicron', en realidad floreció después del tratamiento con amoxicilina. Después del tratamiento, esta bacteria aumentó su dependencia de las enzimas que digieren la fibra, un cambio que parece permitirle prosperar en el ecosistema cambiado y de alguna manera protegerlo del antibiótico, explica Belenky.

   En general, la bacteria disminuyó el uso de genes involucrados en el crecimiento normal, como la producción de nuevas proteínas y ADN. Al mismo tiempo, también aumentaron el uso de genes críticos para la resistencia al estrés.

   Curiosamente, el equipo de Belenky descubrió que agregar glucosa a la dieta de un ratón, que generalmente es alta en fibra y baja en azúcares simples, aumentó la susceptibilidad del 'Bacteroides thetaiotaomicron' a la amoxicilina. Esto sugiere que la dieta puede proteger algunas bacterias intestinales beneficiosas de los estragos de los antibióticos.

   "Durante mucho tiempo hemos sabido que los antibióticos afectan el microbioma --recuerda Belenky--. También hemos sabido que la dieta afecta el microbioma. Este es el primer documento que reúne esos dos hechos".

   Belenky advierte de que el estudio se realizó en roedores, y aún queda mucho por aprender sobre la interacción entre la dieta del huésped, el metabolismo del microbioma y la vulnerabilidad a los diferentes antibióticos.

   "Ahora que sabemos que la dieta es importante para la susceptibilidad bacteriana a los antibióticos, podemos hacer nuevas preguntas sobre qué nutrientes tienen un impacto y ver si podemos predecir la influencia de las diferentes dietas", apunta.

   El equipo de Belenky está explorando cómo los diferentes tipos de fibras dietéticas impactan cómo cambia el microbioma después del tratamiento con antibióticos, y cómo la diabetes podría afectar el ambiente metabólico del microbioma y la susceptibilidad a los antibióticos.