MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los científicos de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón (OSHU), en Estados Unidos, se han asociado con su escisión Najít Technologies para desarrollar una nueva vacuna que parece conferir inmunidad a una enfermedad diarreica que afecta a cientos de millones de personas en países en desarrollo de todo el mundo.
En una investigación publicada en la revista 'Science Advances', los científicos que trabajan con monos informan que desarrollaron una vacuna prometedora utilizando bacterias que han sido inactivadas por un enfoque basado en el peróxido de hidrógeno denominado tecnología HydroVax.
Pudieron probar la vacuna en varias cepas de bacterias conocidas como 'Campylobacter', que circula naturalmente entre una población de macacos rhesus en el Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregon de OHSU.
Descubrieron que la vacuna confería una inmunidad del 83% contra la diarrea asociada a 'Campylobacter' entre macacos rhesus alojados en exteriores.
"Esperamos avanzar en los ensayos clínicos porque este es un gran problema en todo el mundo", confía el coautor principal, Mark Slifka, profesor y presidente y director científico de OHSU en Najit.
"'Campylobacter' se ha asociado con retraso en el crecimiento infantil --continúa--. Apuntar a una enfermedad como esta puede ayudar a muchas personas, incluidos los niños en los países en desarrollo, a fortalecerse al reducir el daño causado por estas bacterias".
Conocida como gastroenteritis bacteriana, la afección se asocia con desnutrición entre millones de niños menores de 5 años cada año en países en desarrollo. La investigación muestra que entre los que sufren infecciones repetidas, frena el crecimiento y perjudica el desarrollo cognitivo.
Por estas razones, el desarrollo de una vacuna eficaz contra 'Campylobacter' podría contribuir en gran medida a mejorar la salud de las personas que están expuestas regularmente a la bacteria debido a la falta de saneamiento.
Los investigadores no observaron ninguna reacción adversa entre los monos o ratones que recibieron la vacuna, lo que indica que puede ser segura para las personas.
"Estamos contentos con la seguridad de la vacuna hasta ahora, pero al final será necesario estudiarla en humanos en forma de ensayos clínicos de fase I para responder directamente a esta importante pregunta", añade Slifka.
Además de dañar a bebés y niños en los países en desarrollo, Campylobacter es una fuente común de enfermedad que afecta a los viajeros de todo el mundo. También daña a miles de personas en Estados Unidos debido a complicaciones asociadas con la diarrea transmitida por los alimentos, incluida una enfermedad autoinmune conocida como síndrome de Guillain-Barré.
"Junto con la emocionante oportunidad de ayudar a los niños en los países en desarrollo, muchas personas no se dan cuenta del problema que tiene 'Campylobacter' aquí en Estados Unidos --señala el coautor principal Ian Amanna, vicepresidente de investigación en Najít Technologies--. Los estudios han demostrado que estas bacterias son responsables de hasta 5.600 millones de dólares (4.950 millones de euros) en costes económicos anualmente en Estados Unidos".
Además de fabricar una vacuna contra 'Campylobacter', Najít ya está avanzando con ensayos clínicos que involucran otras vacunas basadas en peróxido de hidrógeno dirigidas al virus del Nilo Occidental, fiebre amarilla, virus chikungunya y también está trabajando en una vacuna universal contra la gripe.