MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las compañías farmacéuticas innovadoras de todo el mundo están investigando actualmente más de una treintena de fármacos contra la enfermedad de Parkinson, según datos de la patronal americana de la industria Phrma.
España, por su parte, tiene más de 60 ensayos clínicos en marcha para el Parkinson y recogidos en el Registro Español de Ensayos Clínicos (REEC), la base de datos que impulsa la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Decenas de compañías de todo el mundo están inmersas en la búsqueda no solo de una posible cura, sino también de opciones terapéuticas para seguir tratando los síntomas motores, otros problemas relacionados con la enfermedad y de la mejora del diagnóstico temprano, que se ha revelado como uno de los mejores caminos para cambiar la progresión de la enfermedad, sobre todo en los pacientes más jóvenes.
Hace más de tres décadas que la levodopa (cuyo fin es el de generar dopamina, neurotransmisor presente en distintas áreas del cerebro y especialmente relevante para la función motora del organismo) revolucionó el tratamiento del Parkinson, y en la actualidad sigue siendo la principal opción terapéutica para los especialistas, que la combinan con otros medicamentos.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso central de manera crónica, progresiva e invalidante. La Federación Española de Parkinson (FEP) estima que afecta a más de 160.000 personas en nuestro país y a 7 millones en todo el mundo, por lo que es la patología neurodegenerativa más prevalente, solo después del Alzheimer.
Los últimos estudios apuntan que los trastornos neurológicos son la principal causa de discapacidad, y el Parkinson, la enfermedad neurológica con mayor índice de crecimiento. Se prevé que en 2040 se convierta en una pandemia, que afectaría a unos 12 millones de personas a nivel mundial.
La razón para el incremento de la incidencia y prevalencia de esta enfermedad está directamente relacionada con el aumento de la esperanza de vida, los avances diagnósticos y terapéuticos y una mayor sensibilización sobre esta patología, que cada vez es más conocida, frecuente y tratable, y que precisa un diagnóstico precoz, como resume la Sociedad Española de Neurología (SEN).