MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las superficies de titanio de una nueva generación de implantes dentales serán capaces de generar hueso a mayor velocidad (acortando así los tiempos de oseointegración) y de inhibir la formación del biofilm bacteriano y, por tanto, las infecciones alrededor del implante (periimplantitis), principal causa de fracaso de los tratamientos implantológico, según distintas líneas de investigación desarrolladas por científicos españoles.
Se trata de una investigación llevada a cabo por el Grupo de Biomateriales, Biomecánica e Ingeniería de Tejidos de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y por el Bioengineering Institute of Technology de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC).
Los implantes de cuarta generación, según explica Javier Gil Mur, investigador del equipo interuniversitario y rector de la UIC, "cuentan con una superficie modificada de tal forma que promueve, por un lado, la adsorción selectiva de proteínas que favorecen la adhesión, proliferación y diferenciación de células osteoblásticas (generadoras de hueso) y, por otro lado, la adsorción de péptidos, cuyas características antibacterianas evitarían la formación del biofilm y de las enfermedades periimplantarias".
Su repercusión en la calidad de vida de los pacientes podría ser altamente positiva ya que, en la actualidad, al menos 1 de cada 4 personas portadoras de estos dispositivos dentales desarrolla periimplantitis, una enfermedad inflamatoria que afecta a los tejidos que rodean al implante y que causa la pérdida del soporte óseo en el que se ha insertado y, como consecuencia, del propio implante.
Estos avances, presentados durante el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Bucal (SECIB), celebrado en Sevilla entre los días 24 y 26 de octubre, se encuentran en fase de estudio clínico, después de haber superado los análisis in vitro e in vivo, cuyos resultados han sido publicados en revistas internacionales de impacto.
El hallazgo de los investigadores de la UPC y de la UIC cobra especial relevancia en España, el país de la Unión Europea donde mayor número de implantes dentales se colocan (más de un millón al año) y donde se prevé que aumenten los casos de periimplantitis de manera importante en los próximos años.
IMPLANTES INTELIGENTES
Paralelamente a las superficies regeneradoras, bactericidas y bacteriostáticas, se está ensayando clínicamente el empleo de biosensores para la prevención de la periimplantitis. Se trata de microcircuitos electrónicos incorporados al implante que reaccionarían cambiando su señal de impedancia eléctrica al entrar en contacto con bacterias, lo que permitiría detectarlas e, incluso, conocer de qué tipo de bacteria se trata y su densidad.
Los microcricuitos de estos implantes inteligentes pueden llevar acoplada una antena a escala nanométrica (nanoantena) para que el odontólogo pueda recibir la señal a distancia, sin necesidad de que el paciente acuda físicamente a la consulta. De este modo, los clínicos podrían ser alertados del desarrollo del biofilm en su fase inicial y actuar con más eficacia.
Gil Mur ha destacado que "los implantes de cuarta generación serán capaces de interactuar con el medio fisiológico, y detectar y cuantificar parámetros que pueden ayudar al clínico al éxito del tratamiento y, especialmente, al paciente a su grado de bienestar".
Por su parte, Daniel Torres, catedrático de Cirugía Bucal de la Universidad de Sevilla y presidente del comité científico del XVII Congreso SECIB, ha puesto de relieve que "la investigación e innovación en Odontología debe estar aplicada a los problemas actuales de nuestros pacientes y, en este caso, los avances que se han presentado en Sevilla podrían tener una importancia crucial en la lucha contra enfermedades como la periimplantitis en los próximos años".
El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha aprobado recientemente la financiación de una red de investigación temática sobre biomateriales para unir esfuerzos entre investigadores, cirujanos orales y periodoncistas, con el objetivo de avanzar en las estrategias para combatir la periodontitis. En la red, coordinada por Javier Gil, participan la Universidad de Sevilla, Granada, Santiago de Compostela, Complutense de Madrid, Internacional de Catalunya, Politécnica de Cataluña y Extremadura.