Un nuevo hallazgo arroja luz a la pregunta de cómo y por qué envejece nuestra piel

Archivo - Proceso de envejecimiento en el rostro de una mujer.
Archivo - Proceso de envejecimiento en el rostro de una mujer. - RIDOFRANZ/ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 12 enero 2024 14:15

MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Centro de Innovación del Microbioma (CMI) de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) y L'Oréal Research and Innovation han identificado un nuevo vínculo potencial con los signos del envejecimiento cutáneo, el microbioma de la piel; es decir, el conjunto de microorganismos que habita en la piel.

Los efectos del envejecimiento y de factores externos como la exposición a los rayos UV sobre la piel están bien documentados. A medida que las personas envejecen o pasan más tiempo al sol, su piel tiende a volverse más seca y arrugada. Sin embargo, estos nuevos hallazgos abren una nueva puerta de conocimiento al respecto.

Hasta donde sabe el equipo, el estudio, publicado en 'Frontiers in Aging', es el primero en aislar microbios asociados específicamente con los signos del envejecimiento cutáneo y la salud de la piel, en lugar de con la edad cronológica.

Combinando las capacidades de análisis de datos del CMI con los conocimientos y la experiencia de L'Oréal en la evaluación de la salud de la piel, el estudio examinó exhaustivamente los datos recogidos durante 13 estudios que L'Oréal había llevado a cabo en el pasado, consistentes en datos de secuencias de amplicones de ARNr 16S y los correspondientes datos clínicos de la piel de más de 650 mujeres participantes, de edades comprendidas entre los 18 y los 70 años.

Aunque cada uno de los estudios incluidos en el análisis se había centrado en un área de interés concreta --por ejemplo, las arrugas de las patas de gallo o la pérdida de hidratación--, este análisis de múltiples estudios cotejó los datos para buscar tendencias relacionadas con microbios específicos teniendo en cuenta otras variables, como la edad.

"Estudios anteriores han demostrado que los tipos de microbios de nuestra piel cambian de forma bastante predecible con la edad", afirma Se Jin Song, autora correspondiente y directora de Investigación del CMI. "Nuestra piel también cambia fisiológicamente con la edad; por ejemplo, nos salen arrugas y nuestra piel se vuelve más seca. Pero esto varía de una persona a otra: probablemente se haya dado cuenta de que algunas personas tienen una piel más joven o más envejecida que muchas otras de su edad", ha señalado la autora.

Así, utilizando métodos estadísticos avanzados, pudieron separar los microbios que se asocian a este tipo de signos de envejecimiento de la piel, como las arrugas de las patas de gallo, de los que se asocian simplemente a la edad como número cronológico.

Del análisis surgieron dos tendencias notables. En primer lugar, el equipo halló una asociación positiva entre la diversidad del microbioma cutáneo y las líneas cantonales laterales (arrugas de las patas de gallo), que suelen considerarse uno de los signos clave del envejecimiento de la piel.

En segundo lugar, observaron una correlación negativa entre la diversidad del microbioma y la pérdida transepidérmica de agua, que es la cantidad de humedad que se evapora a través de la piel.

Al profundizar en las tendencias, los investigadores identificaron varios biomarcadores potenciales que merecen ser investigados como microorganismos de interés. Sería prematuro inferir una relación causal o una visión procesable, pero los resultados del estudio han proporcionado a los investigadores indicaciones sobre los próximos pasos para perfeccionar la comprensión de las asociaciones microbianas con el envejecimiento de la piel.

"Esta investigación es pionera en la identificación de nuevos biomarcadores microbianos relacionados con los signos visibles del envejecimiento, como las arrugas de las patas de gallo. Supone un paso importante hacia el desarrollo de tecnologías para una piel más sana y joven. Estamos impacientes por compartir los nuevos resultados a medida que estén disponibles, ampliar los conocimientos de la comunidad científica y contribuir al avance de nuevas soluciones para el cuidado de la piel", ha señalado.

Entre las vías de investigación que el equipo ha sugerido para el futuro, figuran la metabolómica para descubrir biomarcadores químicos relacionados con el envejecimiento cutáneo y la metatranscriptómica para estudiar posibles dianas para la ingeniería genética. También se ha considerado la posibilidad de investigar otras capas de la piel, ya que muchos estudios se centran en la piel exterior debido a la facilidad de recogida de muestras.

"Aunque las conclusiones del estudio representan un avance en nuestro conocimiento del microbioma de la piel, las consideramos solo el comienzo de una nueva fase de investigación", afirma Rob Knight, coautor del estudio, director del CMI y catedrático de Pediatría, Bioingeniería, Ciencias de la Computación e Ingeniería y Ciencias de Datos de la Universidad de California en San Diego.

"Al confirmar un vínculo entre el microbioma y la salud de la piel, hemos sentado las bases para futuros estudios que descubran biomarcadores específicos del microbioma relacionados con el envejecimiento de la piel y, algún día, mostrar cómo modificarlos para generar recomendaciones novedosas y muy específicas para la salud de la piel", ha finalizado.