MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
El melasma es un problema común de la piel que causa parches de color marrón a marrón grisáceo sobre la cara y que en verano suele verse agravado por la mayor exposición a los rayos solares. La mayoría de personas lo presenta en mejillas, puente de la nariz, frente, barbilla y sobre el labio superior. También puede aparecer en otras partes del cuerpo a las que da mucho el sol, como los antebrazos y el cuello.
Según explican en el sitio web de la Academia Americana de Dermatología, el melasma aparece en la piel de la mujer más a menudo que en la del hombre, ya que sólo el 10% de quienes lo padecen son varones. Además, las personas con la piel más oscura y aquellas que tienen un familiar con la dolencia son más propensas a padecer melasma.
Aunque su origen no está claro, suele ocurrir cuando las células que producen el color de la piel, denominadas melanocitos, producen demasiado color. Las personas con la piel oscura son más propensas porque tienen melanocitos más activos que aquellas con la piel clara.
Los desencadenantes comunes del melasma incluyen:
* Exposición solar: la luz ultravioleta del sol estimula los melanocitos. En realidad, sólo una pequeña cantidad de exposición solar puede hacer que el melasma regrese después de haber desaparecido. La exposición solar es el motivo por el que a menudo empeora en verano. También es la principal razón por la que muchas personas con melasma lo padecen una y otra vez.
* Un cambio en las hormonas: las mujeres embarazadas a menudo sufren melasma. Cuando el melasma aparece en las mujeres embarazadas se denomina cloasma o máscara del embarazo. Las píldoras anticonceptivas y los fármacos de reemplazo hormonal también pueden desencadenar el trastorno.
* Cosméticos: los productos de cuidado facial que irritan la piel pueden empeorar esta dolencia.
Si se padece melasma, los dermatólogos americanos recomiendan seguir los siguientes consejos para lograr un tono de piel más uniforme:
1. Utilizar protector solar a diario: uno de los tratamientos más comunes para el melasma es la protección solar. Dado que la luz solar desencadena la afección, es importante utilizar protector solar todos los días, incluso si es un día nuboso, y después de bañarse en la playa o la piscina o sudar.
La protección solar más adecua es la de amplio espectro, con un factor de protección de 30 o superior, y óxido de zinc y/o dióxido de titanio para limitar físicamente los efectos de los rayos solares sobre la piel. Los facultativos estadounidenses recomiendan aplica protector solar 15 minutos antes de salir fuera y aplicarlo al menos cada dos horas.
2. Vestir un sombrero amplio en el exterior: Como un estudio reciente en la revista 'Nature' señala, el protector solar por sí solo no confiere la suficiente protección necesaria para la piel frente a los rayos solares. Siempre que sea posible, hay que buscar la sombra y utilizar ropa y complementos protectores además de aplicar la crema de protección solar.
3. Elegir productos suaves para el cuidado de la piel: Los productos que se empleen para el cuidado de la piel deben ser suaves y no producir escozor o quemazón, ya que los productos que irritan la piel pueden empeorar el melasma.
4. Evitar la depilación con cera: este método depilatorio podría provocar inflamación de la piel, lo que puede empeorar el melasma, por eso es importante evitar utilizar la cera en áreas del cuerpo afectadas por esta dolencia. El dermatólogo puede aportar la información necesaria sobre los métodos de depilación que mejor se adapten a nuestra piel y sus características.
5. Acudir al dermatólogo: si el melasma no desaparece, los dermatólogos estadounidenses aconsejan acudir a un dermatólogo acreditado para que prescriba alguno de los tratamientos utilizados para tratar la afección, como medicamentos o terapias desarrolladas en instalaciones clínicas.