MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los alimentos ricos en azúcares como los helados; los cambios en la rutina alimenticia, el desorden en la higiene y los cambios de temperatura propios del verano provocan que el riesgo de caries y erosión dental aumenten.
Por ello, el odontólogo y director de 'Iván Malagón Clinic', Iván Malagón, ha propuesto un decálogo de malas costumbres que se deben evitar y tener muy en cuenta en la rutina diaria post vacacional si queremos mantener la salud bucodental y prevenir posibles molestias y enfermedades.
1. Evitar ingerir con frecuencia bebidas carbonatadas o zumos ácidos. Éstos pueden descalcificar el esmalte de los dientes y provocar su desgaste prematuro. Tomar café y beber vino favorece la aparición de manchas en los dientes.
2. Las proteínas son un aliado en la dieta, sobre todo se recomienda las A, C, D Y K al igual que el consumo de calcio y flúor. Sin embargo, una dieta basada en proteína puede ser perjudicial para la salud, provocando que el organismo reaccione destruyendo la proteína que genera el cuerpo y no la grasa.
Asimismo, trae consecuencias negativas sobre la salud oral, ya que condiciona la respuesta inflamatoria y favorece la enfermedad de las encías pudiendo llevar a la pérdida de dientes. Al igual que aquellas hiperproteicas afectan al estado inmunológico, reducen el volumen, las propiedades antibacterianas y físico químicas de la saliva y provocan un déficit de vitaminas de los grupos A, B y C.
3. Alerta con los platos calientes ya que nos apetece degustar platos calientes en las épocas de frío, los cambios de temperatura en los alimentos pueden provocar sensibilidad dental por afectación de los vasos sanguíneos y los nervios de los dientes.
4. Los carbohidratos: los recomendables y los que no. Los del primer grupo como las patatas fritas de paquete, poseen almidón, que se convierte en ácido, y éste puede atacar los dientes; y los del segundo grupo poseen una alta dosis de vitamina B que ayuda a evitar las fisuras en los labios, tan molesta en los días de frío.
5. Prestar atención al tabaco, ya provoca enfermedades en las encías y pudiendo ocasionar la pérdida de los dientes a largo plazo. Además, estimula la pérdida en la permeabilidad de las mucosas, disminuyendo la oxigenación y dando lugar al envejecimiento prematuro y a la ausencia de salud de la pieza y los tejidos que rodean al diente.
6. Evitar la mala higiene, en concreto en "la vuelta al cole" ya que el cuidado bucal debe realizarse tres veces al día, de forma vertical y circular, con un cepillo de cerdas suaves. La limpieza se debe componer por pasta que contenga flúor, hilo dental y enjuague bucal y tiene que incluir la lengua y el paladar y masajear las encías con movimientos circulares en cada cepillado.
7. El estrés provoca bruxismo obtentiendo movilidad anormal en los dientes y molestias en la articulación de la mandíbula. También, el estrés provoca la mordedura de lápices y uñas creando microtraumatismos y afectando a la articulación temporo-mandibular.
8. Las tendencias, con cautela. Entre las modas bucodentales más comunes se encuentra decorar los dientes, las perforaciones y piercings, pero estos provocan daños irreparables en la dentadura y lengua.
8. Una boca en mal estado puede perjudicar el rendimiento deportivo, ya que genera, entre otros: problemas de equilibrio, lesiones musculares, dolores de cabeza y calambres. Y las infecciones pueden pasar a la sangre y músculos, lo que conllevaría una pérdida del tono fibrilar que podría dar lugar a diversas lesiones, como desgarros, dolores articulares o lesiones de los tendones.
9. Las tendencias, con cautela. Entre las modas bucodentales más comunes se encuentra decorar los dientes, las perforaciones y piercings, pero estos provocan daños irreparables en la dentadura y lengua.
10. Visitar al dentista, fundamental. No acudir al especialista puede traer consecuencias como patologías irreversibles.