MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una de las principales preocupaciones en verano es la de prevenir y minimizar la exposición a la radiación UV, según la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (ASEPAL) con la llegada del calor han aumentado las solicitudes de información (por parte de empresas y trabajadores) sobre el tipo de protección ocular que debe usarse cuando se ha evaluado el riesgo por exposición a UV.
Las gafas de sol se han convertido en un elemento imprescindible para la salud ocular. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) pequeñas dosis de radiación UV son beneficiosas para el ser humano y básicas para la producción de vitamina D. Pero, una exposición prolongada a la radiación UV solar puede producir efectos agudos y crónicos en la salud de la piel, los ojos y el sistema inmunitario.
Aunque la exposición al sol es algo cotidiano en verano, es "fundamental" velar por una correcta salud visual, especialmente en los colectivos que realizan sus trabajos al aire libre. "Una correcta salud visual durante estos meses es más necesaria que nunca, hay que concienciarse más sobre los posibles peligros de esa exposición del sol", ha señalado el secretario general de ASEPAL, Luis Gil
Desde ASEPAL, han insistido en que aunque las gafas sean de buena calidad no significa que sean efectivas. "Por ello, lo importante es elegir bien la categoría a la que pertenecen y explicar las normas según los protectores oculares".
Las gafas han de tener dos elementos de seguridad: el filtro solar, que debe absorber los UV, y el tinte de la lente, que es lo que hace que sean oscuras. El problema llega cuando el filtro solar no es adecuado o el reglamentario.
Por ello, existen tres normas aplicables que definen requisitos para los protectores oculares destinados a proteger los ojos frente a la radiación UV: EN 170, filtros ultravioleta que se utilizarán para conformar un protector ocular completo frente a la radiación UV; EN 172, filtros solares para uso laboral que se utilizarán en el ámbito laboral para conformar un protector ocular completo frente a la radiación solar, y EN ISO 12312-1, gafas de sol para uso general que se aplica a protectores oculares completos destinados a ofrecer protección contra la radiación solar.
EL PROTECTOR OCULAR VIENE DETERMINADO POR LA EVALUACIÓN DE RIESGO
De este modo, el protector ocular que se debe usar viene determinado directamente por la evaluación de riesgo que debe preceder al uso de todo equipo de protección individual (EPI). "No deberíamos seleccionar ningún equipo de protección individual sin saber antes, de forma pormenorizada, el tipo y el nivel de riesgo frente al que nos enfrentamos", ha explicado Gil.
En lo que respecta a la protección frente a la radiación UV, la elección de un tipo de protector u otro viene determinada por el tipo de la radiación al que se exponga el usuario del equipo de protección individual, tanto en el origen de este tipo de radiación como en otros tipos de radiaciones no ionizantes en la exposición.
"Si estamos ante una exposición de origen artificial (lámparas de mercurio, solárium, etc.), el único tipo de protector ocular que se puede utilizar es aquel que incorpore filtros según la norma EN 170", sin embargo, ante la radiación solar natural "el único tipo de protector es aquel que incorpora filtros conformes a lo establecido en las normas EN 172 o EN ISO 12312-1", ha concluido Gil.
Por este motivo, desde ASEPAL han incidido en la importancia que tiene para cada persona y empresa tener el conocimiento adecuado de la evaluación de riesgos y la actualización precisa de las normas aplicables a cada uno de los EPI.