MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Hasta un 30 por ciento de los niños menores de tres años y un 40 por ciento de los menores de seis tienen caries de aparición temprana. Para prevenir esta situación se recomienda "el biberón con líquidos azucarados a partir del primer año de vida y lactancia materna por la noche a demanda", ha informado la doctora Paloma Pérez en la mesa redonda sobre Odontopediatría del XXXII Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP).
Para sentar las bases preventivas que pueden minimizar caries y patologías, los niños deberían acudir al ortopediatra al cumplir el primer año de edad, pese a que el recambio dentario no comienza hasta los seis años, momento crítico para los menores.
Patologías como la hipomineralización incisivo molar, que afecta a tres de cada diez niños, solo pueden ser detectadas mediante una exploración profesional con luz adecuada. En casos como este es necesario tomar medidas preventivas para que el problema no degenere en caries, además, no detectar caries no quiere decir que no existan, ya que "pueden ser interproximales, es decir, entre los dientes y por tanto no apreciarse a simple vista", explican desde la SEPEAP.
De la misma forma, hasta un 40 por ciento de los niños en edad preescolar ha sufrido en algún momento un traumatismo dental. En el caso de luxación, pérdida de la pieza, de un diente temporal, nunca debe reimplantarse, ya que la anquilosis o fusión del diente con el hueso es bastante frecuente y obligaría a una extracción más complicada.
Si el caso se diese en un diente permanente, se debe acudir al ortopediatra, con el diente sin manipular y transportado, si se puede, en leche o agua y será el
profesional quien lo se encargue de limpiarlo. Lo más adecuado es reimplantarlo antes de los 20 minutos siguientes al incidente pero no hay que descartar esta posibilidad aunque haya transcurrido más tiempo.
Para evitar los problemas citados anteriormente, entre otros, conviene supervisar el cepillado dental de los niños hasta los 10 años de edad, este "no debe durar menos de dos minutos para eliminar toda la placa bacteriana", señalan desde la sociedad. También es recomendable el uso de pastillas reveladoras de placa, ya que son útiles para que los niños aprendan a cepillarse bien mediante el juego.
El cepillado más importante es el de la noche, el cual evita que el esmalte de los dientes se deteriore por la acumulación de la placa. Además, durante las horas de sueño, las glándulas segregan menos saliva y hay mayor desarrollo de bacterias.