MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Nuevas pruebas en el mundo real recogidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han evidenciado que las vacunas contra la COVID-19 son menos eficaces para proteger contra las hospitalizaciones en personas inmunodeprimidas.
En general, el trabajo muestra que las personas inmunocomprometidas tienen un mayor riesgo de sufrir resultados graves por COVID-19.
"Estos resultados indican que, si bien las dos dosis de vacunas contra el COVID-19 de ARNm son beneficiosas en los individuos inmunodeprimidos, éstos están significativamente menos protegidos contra la enfermedad grave que las personas con sistemas inmunitarios normales", afirma el autor principal del estudio, el doctor Peter Embí, presidente y director ejecutivo del Instituto Regenstrief y decano asociado de informática e investigación de servicios sanitarios de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana.
Dado que están menos protegidos después de una serie de dos dosis, el experto considera que "aquellos que están inmunocomprometidos deben recibir una dosis adicional y un refuerzo, tomar precauciones adicionales como el enmascaramiento cuando están en público y, si se infectan, deben buscar tratamiento con terapias probadas que pueden proteger contra la progresión de la enfermedad grave y la necesidad de hospitalización".
El equipo de investigación reunió datos de más de 89.000 hospitalizaciones en nueve estados, lo que hace que este sea el mayor estudio de este tipo que evalúa la eficacia de la vacuna COVID-19 entre personas inmunodeprimidas.
Los análisis de los datos mostraron que las vacunas de ARNm (fabricadas por Pfizer y Moderna) eran un 90 por ciento eficaces en la protección contra la hospitalización relacionada con la COVID-19 en individuos inmunocompetentes, mientras que solo eran un 77 por ciento eficaces en aquellos con inmunidad suprimida debido a una serie de condiciones de salud.
Las diferencias fueron similares en todos los grupos de edad. Sin embargo, la eficacia varió mucho entre los subgrupos inmunodeprimidos. Por ejemplo, fue menor en los pacientes con trasplante de órganos o células madre y mejor en las personas con trastornos reumatológicos o inflamatorios.
Los datos proceden de la Red VISION, una colaboración entre los CDC y siete organizaciones con registros médicos, de laboratorio y de vacunación integrados. La red se creó para evaluar la eficacia de las vacunas contra la COVID-19. Además del Instituto Regenstrief, otros miembros son el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, HealthPartners, Intermountain Healthcare, Kaiser Permanente Northern California, Kaiser Permanente Northwest y la Universidad de Colorado.