MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad de Saarland (Alemania) ha demostrado que es mejor administrar las vacunas que requieren de varias dosis en el mismo brazo.
La mayoría de la gente tiene algunos pensamientos antes de vacunarse: ¿Me dolerá? ¿Tendré fiebre? ¿Me dolerá el lugar de la inyección? La pregunta de si es mejor vacunarse varias veces en el mismo brazo o si es mejor hacerlo en el brazo derecho y luego en el izquierdo (o viceversa) es algo que casi nadie se ha planteado nunca.
"La pregunta parece tan banal, tan trivial, que a nadie antes se le había ocurrido plantearla. Puede que esto esté a punto de cambiar. Nuestro estudio indica que las vacunas ipsilaterales generan una respuesta inmunitaria más potente que las contralaterales", ha explicado Laura Ziegler, una de las líderes de la investigación, que se ha publicado en la revista científica 'EBioMedicine'.
En una vacunación ipsilateral, la vacuna se inyecta dos veces en el mismo brazo. En una vacunación contralateral, la vacuna primaria se administra en el brazo izquierdo mientras que la de refuerzo se inyecta en el brazo derecho, o viceversa.
La campaña de vacunación contra la COVID-19 proporcionó un escenario ideal para estudiar esta cuestión. Los investigadores consiguieron crear un conjunto de datos fiable de 303 personas que recibieron la vacuna de ARNm de Biontech como dosis primaria y de refuerzo al inicio de la campaña de vacunación contra la COVID-19 en Alemania.
El resultado más sorprendente fue que, dos semanas después de la inyección de refuerzo, el número de linfocitos T CD8+ citotóxicos, a menudo denominados "linfocitos T asesinos", era significativamente mayor en los individuos que habían recibido la inyección en el mismo brazo.
En los sujetos ipsilaterales, detectaron las células T asesinas en el 67 por ciento de los casos. En cambio, sólo detectaron células T CD8+ en el 43 por ciento de los sujetos vacunados contralateralmente.
"Esto podría sugerir que la vacunación ipsilateral tiene más probabilidades de proporcionar una mejor protección en caso de que la persona vacunada se infecte con el virus del SRAS-CoV-2", apunta la científica.
Sin embargo, el número de anticuerpos no fue mayor. A diferencia de las células asesinas, los anticuerpos no destruyen inmediatamente el virus. En lugar de ello, se adhieren al virus impidiendo que cause más daño o facilitando que los macrófagos lo encuentren y lo engullan y degraden.
Lo interesante es que los anticuerpos de los sujetos vacunados ipsilateralmente se unían mejor a la proteína viral de la espiga. Así pues, los anticuerpos de las personas vacunadas en el mismo brazo cumplían mejor su función que los anticuerpos de los sujetos contralaterales, que recibieron inyecciones en ambos brazos.
Hasta ahora apenas se han realizado estudios que analicen la importancia de dónde se aplican las inyecciones de vacunación primaria y de refuerzo. "Por muy dramática que haya sido la pandemia, nos ha proporcionado datos fiables que nos permiten abordar cuestiones de este tipo", han detallado los autores.