Un estudio insta a que las próximas vacunas contra la COVID-19 eviten la replicación del virus

09 November 2021, US, Santa Fe: Xavier Ramirez gets his COVID-19 vaccine at La Familia Medical Center in Santa Fe. Photo: Eddie Moore/Albuquerque Journal via ZUMA/dpa
09 November 2021, US, Santa Fe: Xavier Ramirez gets his COVID-19 vaccine at La Familia Medical Center in Santa Fe. Photo: Eddie Moore/Albuquerque Journal via ZUMA/dpa - Eddie Moore/Albuquerque Journal / DPA
Publicado: miércoles, 10 noviembre 2021 18:44


MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

La próxima generación de vacunas contra la COVID-19 debería tener como objetivo inducir una respuesta inmunitaria contra las "proteínas de replicación", esenciales para las primeras etapas del ciclo viral, según concluye una nueva investigación realizada por científicos de la University College de Londres (Reino Unido).

Según estos científicos, al diseñar vacunas que activen las células de memoria inmunitaria, conocidas como células T, para que ataquen a las células infectadas que expresan esta parte de la maquinaria interna del virus, podría ser posible eliminar el SARS-CoV-2 desde el principio, ayudando así a detener su propagación. Actualmente las vacunas autorizadas solo desencadenan respuestas inmunitarias a la proteína de la espiga que sobresale del exterior del virus.

Los investigadores afirman que este descubrimiento, publicado en la revista 'Nature', podría conducir a la creación de una vacuna contra todos los coronavirus, es decir, que no solo proteja contra el SARS-CoV-2 y sus variantes, sino también contra los coronavirus que causan resfriados comunes y a otros nuevos coronavirus animales emergentes.

"Nuestra investigación demuestra que los individuos que resistieron de forma natural la infección detectable por el SARS-CoV-2 generaron células T de memoria que se dirigen a las células infectadas que expresan las proteínas de replicación, parte de la maquinaria interna del virus. Estas proteínas, necesarias para la etapa más temprana del ciclo vital del virus, tan pronto como entra en una célula, son comunes a todos los coronavirus y permanecen 'altamente conservadas', por lo que es poco probable que cambien o muten. Una vacuna que pueda inducir a las células T a reconocer y dirigirse a las células infectadas que expresan estas proteínas, esenciales para el éxito del virus, sería más eficaz para eliminar el SARS-CoV-2 en su fase inicial, y podría tener la ventaja añadida de que también reconocen otros coronavirus que actualmente infectan a los humanos o que podrían hacerlo en el futuro", explica el autor principal del trabajo, el profesor Mala Maini.

Los investigadores afirman que las vacunas de próxima generación podrían desarrollarse para inducir tanto células T de memoria que se dirijan a las proteínas de replicación como anticuerpos que se dirijan a la proteína de la espiga.

"Las células T que reconocen la maquinaria de replicación del virus proporcionarían una capa adicional de protección a la proporcionada por la inmunidad centrada en la espiga que generan las vacunas actuales, que ya son muy eficaces. Esta vacuna de doble acción proporcionaría más flexibilidad contra las mutaciones y, dado que las células T pueden ser increíblemente longevas, también podría proporcionar una inmunidad más duradera. Al ampliar las células T preexistentes, este tipo de vacunas podría ayudar a detener el virus en su camino en una fase muy temprana", añade Maini.

Este descubrimiento es fruto de un estudio observacional que analizó las respuestas inmunitarias en una gran cohorte de trabajadores sanitarios de Londres desde el inicio de la primera oleada pandémica en Reino Unido.

En un subgrupo de trabajadores sanitarios, que no mostraron ningún signo de infección por el SARS-CoV-2 (dando repetidamente resultados negativos en las pruebas de PCR y de anticuerpos) se produjo, sin embargo, un aumento de las células T.

En lugar de haber evitado la infección por completo, un subconjunto de trabajadores sanitarios parece haber experimentado una infección transitoria de bajo nivel (abortiva), no detectable por las pruebas de rutina, pero que generó células T específicas del SARS-CoV-2; compatible con esto, los mismos individuos también tuvieron un aumento de bajo nivel en otro marcador sanguíneo de infección viral.

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