MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El uso incontrolado e indiscriminado de los antibióticos puede favorecer el desarrollo de bacterias resistentes, según ha alertado la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), con motivo de la celebración del Día Europeo para el Uso Prudente de Antibióticos.
Y es que, el "mal consumo" de estos fármacos compromete "gravemente" la eficacia del tratamiento de las infecciones producidas por bacterias resistentes, lo que, a juicio de los expertos, retrasa y dificulta la curación del paciente.
"El tratamiento con antibióticos inadecuados y el retraso en el inicio del tratamiento antibiótico adecuado en pacientes con infecciones graves, está relacionado con una peor evolución clínica y, en ocasiones, con la muerte. Además, gran parte de las técnicas y procedimientos de la medicina actual no serían posible sin la cobertura de antibióticos eficaces", ha comentado el experto de SEIMC e investigador titular del Laboratorio de Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología, Jesús Oteo.
Según la red de vigilancia europea EARS-Net del ECDC, España es uno de los países europeos con mayores tasas de resistencia a las fluoroquinolonas en la 'escherichia coli', bacteria que provoca con frecuencia infecciones urinarias, y que en 2012 superaba cifras del 35 por ciento.
Asimismo, el número de infecciones producidas por bacterias como 'klebsiella pneumoniae' o 'pseudomonas aeruginosa', resistentes a la gran mayoría de los antibióticos disponibles, ha aumentado en España y otros países europeos durante los últimos años. Al mismo tiempo, tal y como ha informado la asociación, los gastos anuales por prolongación de la estancia hospitalaria y pérdidas de productividad por este motivo en Europa se estiman en unos 1.500 millones de euros.
INFECCIONES RESPIRATORIAS
En concreto, entre las principales causas de un consumo inadecuado de antibióticos se encuentra su uso en infecciones respiratorias producidas por virus, así como su utilización en dosis y tiempos inapropiados. "El autoconsumo, principalmente el consumo sin receta médica y la utilización de antibióticos sobrantes de tratamientos previos, son causas importantes de la aparición de resistencias", ha apostillado Oteo.
En este sentido, la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que la lucha contra la resistencia debe ser una prioridad nacional, por lo que abogan por al puesta en marcha de intervenciones multilaterales con implicación tanto de los profesionales sanitarios, de los pacientes y de la población general y de las autoridades.
"El uso prudente de los antibióticos, es decir tomar los antibióticos sólo cuando sean necesarios (para el tratamiento de infecciones bacterianas y no para infecciones producidas por virus), en su correcta dosis y duración, puede contribuir a detener el desarrollo de bacterias resistentes y ayudar a que los antibióticos sigan siendo eficaces en el futuro", ha destacado SEIMC.
Ahora bien, en los últimos años se ha producido una importante reducción en la comercialización de nuevos antibióticos. El número de nuevos antibióticos en investigación es escaso debido, en gran parte, a su relativa baja rentabilidad en comparación a otros fármacos usados frente a patologías crónicas.
"La presencia de una bacteria multi-resistente disminuye las opciones terapéuticas y, por tanto, las posibilidades de elegir un tratamiento antibiótico correcto. Con frecuencia, las únicas alternativas terapéuticas disponibles son las combinaciones de varios antibióticos o la utilización de antibióticos antiguos, que se desarrollaron hace décadas, y cuyo uso se limitó debido a los efectos secundarios nocivos para la propia salud del paciente", ha zanjado Oteo.