MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Estudios recientes han concluido que con el término vitamina D se produjo un error en el siglo XX que se ha prolongado durante años, ya que, en 1920 Adolf Windaus, un científico alemán, descubrió que realmente se trataba de una hormona, según ha explicado el doctor José Luis Neyro, especialista en Ginecología y Obstetricia.
Desde hace años lo más común es hablar de vitamina D, sin embargo se están llevando a cabo estudios que han puesto de relieve que más que una vitamina se trata de una hormona, ya que actúa en todos los órganos y sistemas del organismo. Asimismo, se ha destacado que no es una sola sustancia, sino que esta formada por un complejo de varios elementos que se encuentran interconectados entre sí.
Además, una vitamina es un producto que el organismo no puede sintetizar y por eso debe ser ingerida. Sin embargo, frente a una hormona el organismo realizar un proceso de sintetización natural. Esta sustancia se fabrica en el organismo por la tarea combinada de la piel, el hígado y el riñón, por ello el experto ha destacado que debería llamarse hormona.
A partir de los 50 años se reduce notablemente la capacidad de fabricar esta 'hormona', de hecho aproximadamente el 50 por ciento de las personas mayores de esta edad presenta déficit de dicha sustancia, cifra que aumenta en función de la edad, según ha explicado el doctor Neyro.
En este sentido, el experto ha destacado que las personas que superan esta edad necesitarían consumir unos 7 litros y medio de leche o 22 huevos diarios para alcanzar la dosis necesaria. Asimismo, desempeñan un papel "fundamental" otros factores externos como el ambiental. De este modo, aunque España sea uno de los países que tiene más horas de sol, se ha apuntado que la población presenta niveles por debajo frente a otros países.
Esta sustancia tiene varios receptores en el organismo como los huesos, el páncreas, el sistema cardiovascular o el sistema inmune y juega un papel "clave" en la absorción intestinal del calcio y el desarrollo y cuidado de los huesos. Además tiene funciones paracrinas y autocrinas, que permiten regular la proliferación y diferenciación celular.
En este contexto, diferentes estudios han concluido que este déficit, que afecta a entre el 37 y 50 por ciento de la población, puede afectar negativamente al estado de salud. Para su correcto funcionamiento, la 'hormona D' necesita desarrollar una hidroxilación en el hígado, donde se convierte en 25-OH-D. En segundo lugar se realiza en mismo procedimiento en el riñón. Aquí se convierte en calcitriol.
Por último, el experto ha concluido que es el médico quien debe revisar los niveles de 'hormona D' en los pacientes para aplicar un correcto tratamiento en cada caso. Además, ha destacado que en otros países las autoridades sanitarias han fortificado los alimentos lácteos con esta sustancia, lo que influye en el crecimiento de esta 'hormona' en su población. Así, ha apuntado que "en las personas con déficit la suplementación mejora en gran medida los niveles físicos y metabólicos".