¿Lo viste o lo imaginaste? Tu cerebro ya lo decidió

Archivo - Hombre de negocios en bicicleta en un extraño paisaje surrealista. Imaginación
Archivo - Hombre de negocios en bicicleta en un extraño paisaje surrealista. Imaginación - GREMLIN/ ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 6 junio 2025 8:15

   MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

   ¿Qué pasa cuando no puedes confiar del todo en lo que ves? ¿Y si tu mente, sin avisar, proyecta una imagen tan vívida que llega a confundirse con la realidad? Todos, en algún momento, hemos tenido una sensación extraña: creer haber visto a alguien que no estaba, escuchar un sonido que nadie más oye, o recordar algo que quizá nunca ocurrió. ¿Alucinación, intuición o simple imaginación?

   A medida que la ciencia avanza, descubrimos que la línea que separa lo real de lo mental es mucho más delgada de lo que pensamos. Pero ¿dónde, exactamente, se dibuja esa frontera en nuestro cerebro? ¿Quién decide dentro de nuestra mente qué es "verdadero"?

    Nuevas investigaciones están comenzando a desentrañar ese misterio, y lo que están encontrando podría transformar nuestra comprensión de la percepción, la conciencia... e incluso de nosotros mismos.

EL CEREBRO FRENTE A LO REAL Y LO IMAGINARIO

   Un nuevo estudio dirigido por investigadores del University College de Londres (Reino Unido) ha descubierto áreas del cerebro que ayudan a una persona a diferenciar entre lo real y lo imaginario. La investigación, publicada en 'Neuron', descubrió que una región del cerebro conocida como giro fusiforme, ubicada detrás de las sienes, en la parte inferior del lóbulo temporal del cerebro, participa en ayudar al cerebro a determinar si lo que vemos proviene del mundo externo o es generado por nuestra imaginación.

   Los investigadores esperan que sus hallazgos aumenten la comprensión de los procesos cognitivos que fallan cuando alguien tiene dificultades para juzgar qué es real y qué no, como en la esquizofrenia, y podrían eventualmente conducir a avances en el diagnóstico y tratamiento de estas afecciones.

   La autora principal, la doctora Nadine Dijkstra (Departamento de Neurociencia de la Imagen del UCL), declara: Imagina una manzana con la mayor nitidez posible. Durante la imaginación, muchas de las mismas regiones cerebrales se activan de la misma manera que cuando ves una manzana real. Hasta hace poco, no estaba claro cómo el cerebro distingue entre estas experiencias reales e imaginarias".

   Para el estudio, los investigadores pidieron a 26 participantes que observaran patrones visuales simples mientras los imaginaban al mismo tiempo. En concreto, se pidió a los participantes que buscaran un patrón tenue específico dentro de un fondo ruidoso en una pantalla e indicaran si el patrón estaba realmente presente. Solo la mitad de las veces se presentó un patrón real.

   Al mismo tiempo, a los participantes también se les pidió que imaginaran un patrón que fuera igual o diferente al que estaban buscando e indicaran cuán vívidas eran sus imágenes mentales. Cuando los patrones eran iguales y los participantes reportaban una imaginación muy vívida, eran más propensos a afirmar haber visto un patrón real, incluso en pruebas en las que no se presentó nada. Esto significa que confundieron sus imágenes mentales con la realidad.

   Mientras los participantes realizaban las tareas, se monitorizó su actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional (fMRI). Esta tecnología permitió a los investigadores identificar qué partes del cerebro mostraban patrones de actividad que ayudaban a distinguir la realidad de la imaginación.

LAS REGIONES CEREBRALES QUE DECIDEN QUÉ ES REALIDAD

   El equipo descubrió que la fuerza de la actividad en el giro fusiforme podía predecir si las personas juzgaban una experiencia como real o imaginaria, independientemente de si realmente era real. Cuando la actividad en el giro fusiforme era fuerte, las personas tenían más probabilidades de indicar que el patrón realmente estaba allí.

   Normalmente, la activación del giro fusiforme es menor durante la imaginación que durante la percepción, lo que ayuda al cerebro a distinguir ambas. Sin embargo, este estudio demostró que, en ocasiones, cuando los participantes imaginaban con mucha intensidad, la activación del giro fusiforme era muy intensa y confundían su imaginación con la realidad. De esta forma, la actividad cerebral en esta área de la corteza visual coincidió con las predicciones de una simulación por computadora sobre cómo se determina la diferencia entre la experiencia generada interna y externamente. Así, los hallazgos sugieren que el cerebro utiliza la intensidad de las señales sensoriales para distinguir entre la imaginación y la realidad.

   El estudio también mostró que el giro fusiforme colabora con otras áreas del cerebro para ayudarnos a decidir qué es real y qué es imaginario. En concreto, la actividad en la ínsula anterior (una región cerebral en la corteza prefrontal, la parte frontal del cerebro que actúa como centro de control para tareas como la toma de decisiones, la resolución de problemas y la planificación) aumentó en consonancia con la actividad en el giro fusiforme cuando los participantes decían que algo era real, incluso si en realidad era imaginado.

   "Estas áreas de la corteza prefrontal se han relacionado previamente con la metacognición, la capacidad de reflexionar sobre nuestra propia mente. Nuestros resultados indican que estas mismas áreas cerebrales también intervienen en la determinación de la realidad", señala el profesor.

   Estos resultados ofrecen nuevas perspectivas sobre qué podría fallar en el cerebro durante afecciones psiquiátricas como la esquizofrenia, donde los pacientes tienen dificultades para distinguir la imaginación de la realidad. Los hallazgos también podrían orientar las futuras tecnologías de realidad virtual al identificar cómo y cuándo las experiencias imaginadas se sienten reales.

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