MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que la cepa A/H1N1 del virus de la gripe, responsable de la pandemia global de 2009, está volviendo a causar un repunte de muertes y casos graves en Europa a pesar de que, desde entonces, circula de forma estacional.
Así lo ha asegurado Nedret Emiroglu, director de Enfermedades Infecciosas y Seguridad Sanitaria de la oficina regional para Europa de este organismo de Naciones Unidas, que recuerda que la vacuna de la gripe de esta temporada también ofrece protección frente a esta cepa.
El virus A/H1N1 causó una grave alarma mundial hace seis años, tras causar en un solo año entre 100.000 y 400.000 muertes. Desde entonces, el virus ha seguido circulando y pasó a formar parte de las cepas causantes de la gripe estacional en el continente europeo, junto con las A/H3N2 y los virus B, cuya incidencia varía en función del territorio.
Este temporada 2015-2016 varios países de la Región Europea están registrando un repunte de casos graves y fallecimientos causados por esta cepa a pesar de que no hay evidencia de que la cepa se haya vuelto más virulenta desde su aparición en 2009.
Una de las características de dicho virus era que podía causar síntomas graves pacientes sanos y jóvenes, en comparación con el virus A/H3N2, que resulta más dañino en personas de edad avanzada o que presentan una enfermedad crónica.
Por ello, la OMS avisa de que aquellas regiones en las que el virus A/H1N1 circula de forma más intensa podrían registrar un aumento de casos graves y fallecimientos en personas jóvenes y sanas, incluyendo mujeres embarazadas, otro colectivo que se vio especialmente perjudicado durante la pandemia de 2009.
LA VACUNA AYUDARÁ A CONTENER LOS CONTAGIOS
No obstante, recuerdan que la vacuna de esta temporada, al igual que en los últimos años, ofrece también protección frente a esta cepa por lo que es una de las estrategias más efectivas para prevenir la infección o, al menos, mitigar sus efectos y contener los contagios.
Entre los grupos de riesgo en los que está recomendada la vacuna destacan los mayores de 65 años, profesionales sanitarios o de residencias de ancianos, personas con discapacidad, embarazadas, pacientes con enfermedades crónicas y niños de 6 a 59 meses.
Además, advierten de que, con independencia del virus que pueda estar involucrado, se debe estar alerta y acudir al médico en caso de que los síntomas más habituales, como fiebre, tos o dolor muscular, persistan 72 horas después de su aparición.