Los vínculos genéticos de sueño, desarrollo neurológico y afecciones neuropsiquiátricas podrían orientar nuevos fármacos

Archivo - Cerebro con alzheimer.
Archivo - Cerebro con alzheimer. - HAYDENBIRD/ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 5 junio 2024 7:39

MADRID 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las alteraciones del sueño son muy comunes en casi todas las afecciones neuropsiquiátricas y del desarrollo neurológico (NDPC), como el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Si bien es comprensible que los síntomas de tales afecciones conduzcan a la interrupción del sueño y también que la interrupción del sueño empeore los síntomas de estas afecciones, investigadores irlandeses han encontrado ahora nuevas asociaciones genéticas entre algunas de estas afecciones y el cronotipo, las manifestaciones conductuales del ritmo circadiano de un individuo ("noctámbulo" o "madrugador)". Estos hallazgos pueden señalar el camino hacia el desarrollo de nuevas terapias para los pacientes.

Al presentar los resultados del estudio en la conferencia anual de la Sociedad Europea de Genética Humana, la doctora Laura Fahey, investigadora postdoctoral en el Grupo de Investigación de Genómica Familiar de la Universidad de Maynooth, República de Irlanda, dirá que los trastornos del sueño son conocidos son anteriores a la aparición del trastorno depresivo mayor y el trastorno bipolar, y que el análisis de puntuación poligénica puede identificar si estas condiciones y rasgos del sueño comparten variación genética. Por lo tanto, los investigadores utilizaron un análisis de puntuación de riesgo poligénico en estudios genéticos a gran escala de NDPC para probar su capacidad para predecir el cronotipo y el insomnio en más de 409.000 participantes en el Biobanco del Reino Unido.

Sus hallazgos fortalecen los resultados de correlación genética conocidos al mostrar que las puntuaciones poligénicas para el autismo y la esquizofrenia están asociadas con un cronotipo nocturno, mientras que las puntuaciones poligénicas para el trastorno por déficit de atención/hiperactividad, la esquizofrenia y el trastorno bipolar están asociadas con el insomnio. "También identificamos nuevas asociaciones entre el trastorno bipolar y el cronotipo, así como el insomnio y el autismo", matiza el doctor. Fahey. "Estos son conocimientos interesantes sobre la base genética de la alteración del sueño y pueden abrir nuevas vías de investigación para el tratamiento del sueño y las alteraciones del ritmo circadiano en estos pacientes".

"El hallazgo de que la variación genética compartida entre el trastorno bipolar y el cronotipo estaba enriquecida (sobrerrepresentada) en una vía* llamada NRF2-KEAP1 fue interesante para nosotros, ya que la vía NRF2 estaba previamente vinculada a la patología del trastorno bipolar y la esquizofrenia. Además, se ha demostrado previamente que NRF2 está regulado rítmicamente por genes del reloj circadiano.

"Sin embargo, fue sorprendente que no hubiera enriquecimiento de la variación genética compartida en ninguna vía biológica para los otros pares de fenotipos sueño-NDPC investigados. Esto fue particularmente sorprendente para el TDAH y el insomnio, ya que encontramos que estos dos fenotipos tienen la correlación más fuerte en todo el genoma. Una razón para esto podría ser que la variación genética compartida es altamente poligénica y afecta a todas las vías biológicas de manera similar. También podría ser que esta variación genética compartida esté enriquecida en vías específicas de células o tejidos, que no exploramos", destaca Fahey.

Los investigadores también tienen la intención de probar puntuaciones poligénicas de poblaciones más diversas, ya que los datos del Biobanco del Reino Unido utilizados en su estudio corresponden a individuos de ascendencia británica blanca. "Necesitamos saber si este trabajo se puede aplicar a otros grupos de población", afirma Fahey, "ya que esperamos que nuestro trabajo pueda contribuir al desarrollo de intervenciones predictivas y preventivas en el futuro".

Investigaciones futuras también podrían investigar el impacto de la variación genética encontrada en las vías biológicas identificadas por los científicos como que influyen en el ritmo circadiano; por ejemplo, si hay subconjuntos específicos de pacientes con estos cambios en los que sería útil buscar diferencias en la expresión genética. "Sin embargo, la siguiente etapa de mi proyecto de investigación adoptará una perspectiva más amplia y tendrá como objetivo comprender mejor la arquitectura genética utilizando diferentes métodos e investigando variaciones genéticas tanto raras como comunes que subyacen a las alteraciones del sueño y del ritmo circadiano en los NDPC", apunta de nuevo Fahey.

El profesor Alexandre Reymond, del Centro de Genómica Integrativa de la Universidad de Lausana, Lausana, Suiza, y presidente de la conferencia, deja como reflexión final: "Es interesante ver que las perturbaciones de las mismas vías moleculares están asociadas con distintos fenotipos (trastorno bipolar/esquizofrenia) y cronotipo, un fenómeno llamado pleiotropía. Es tentador pensar que, si estamos en presencia de una "pleiotropía directa" donde un rasgo influye sobre el otro, podemos tener algunas pistas sobre posibles tratamientos".