MADRID, 3 Dic. (EDIZIONES) -
Cada vez son más jóvenes los que consumen 'popper', aunque clásicamente se ha conocido como la droga preferida por el colectivo homosexual. Da subidón muy rápido. Utilizado como euforizante y estimulante sexual, sus efectos secundarios son bastante peligrosos, e incluso irreversibles.
Aunque se desconocían hasta hace poco datos sobre su adicción, poco a poco se está viendo que puede llegar a enganchar a muchos. Y no sólo eso. Se trata de una sustancia de fácil alcance. Éste es cada vez mayor y hoy en día puede comprarse por Internet en plataformas como Amazon.
Se incluye en el grupo de drogas inhalantes. Está compuesta en su mayoría por unas sustancias químicas (nitritos de amilo, butilo o isobutilo). "Son líquidos incoloros e inodoros que se venden en pequeños botes de cristal para inhalar. El nitrato de amilo es una sustancia muy volátil e inflamatoria, y nunca ha de ser ingerida porque puede ser mortal", explica sobre esta sustancia el Plan Nacional sobre drogas del Ministerio de Sanidad.
Además, indica que el Popper produce un efecto estimulante y vasodilatador que se percibe a los pocos segundos de inhalar la sustancia, dando lugar a una sensación de euforia, de ligereza, y a un aumento del deseo sexual; si bien alerta de que estos efectos desaparecen rápidamente y dan paso a una sensación de agotamiento.
"Los efectos adversos producidos son enrojecimiento de la cara y del cuello, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, aumento de la frecuencia cardiaca e hipotensión. Crean tolerancia, lo que unido a la breve duración de sus efectos, lo convierte en una droga peligrosa, con un elevado riesgo de intoxicación por sobredosis", subraya el Ministerio de Sanidad español a este respecto.
En realidad el Popper es una sustancia química de uso industrial y doméstico, según informan desde la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). Se presenta en pequeños frascos o ampollas. "El nitrito de amilo es un líquido amarillo claro con un olor aromático y un gusto picante", precisa.
En concreto, el nitrito de amilo o popper fue descubierto en 1852. Dice que se empleó en Medicina a partir de 1857 cuando un doctor lo administró por inhalación en el tratamiento de la angina de pecho. Dejó de utilizarse por su acción transitoria y la difícil dosificación. Su uso también se ha extendido a diversos sectores industriales, desde la conservación de alimentos hasta la fabricación de perfumes.
"El consumo se extendió a círculos homosexuales de Estados Unidos, aunque actualmente se utiliza también por heterosexuales, principalmente por sus efectos en la esfera sexual", añade la FAD, a la vez que destaca como curiosidad que se emplea como antídoto ante el envenenamiento por cianuro.
Por otro lado, señala que el Popper desarrolla una rápida tolerancia aunque desaparece con rapidez tras unos días sin consumir. "Los principales efectos buscados con su consumo se sitúan especialmente en la esfera sexual: incrementa la líbido, produce un estado de letargia, bienestar y relajación de esfínteres, favorece la erección en el varón, pudiendo producir cuadros alucinatorios", menciona.
Sobre los principales efectos secundarios tras su uso, la FAD apunta a vértigos, debilidad, dolores de cabeza (tanto breves como prolongados), y congestión de la cara y del cuello, así como taquicardias, relajación de la musculatura lisa, enrojecimiento de la piel y mucosas, náuseas, vómitos y en ocasiones diarrea. "La piel, al principio, tiene aspecto transpirable, pero después se torna fría y cianótica.
Las sensaciones de fatiga, de molestia, y de tristeza se reducen sensiblemente. Puede causar hipotensión, llegando incluso al colapso severo", advierte la entidad que lucha a nivel nacional contra la drogadicción.
A su vez, resalta que, pese a que tradicionalmente se la ha considerado como una droga segura, se ha comprobado que puede inducir también a la pérdida de visión. De hecho, apunta a un estudio publicado en 2016 en 'BMJ Case Reportrs' que así lo demostraba a partir del caso de un hombre de Reino Unido que llevaba 10 días con visión borrosa y metamorfopsia o distorsión visual tras consumir una noche de marcha popper.
Desde la FAD advierten de que no debe ser usado por nadie con problemas de anemia, glaucoma, alteraciones cardiacas, o alta presión sanguínea. Tampoco hay que mezclarlo con otras drogas, ni debe ser tragado por su efecto tóxico. A su vez, se debe evitar el contacto del Popper con el fuego, incluso el de los cigarrillos, ya que es muy inflamable.