MADRID, 21 Feb. (EDIZIONES) -
Hasta hace no mucho la eyaculación se atribuía únicamente al hombre, cuando la eyaculación femenina es una realidad, pero no la que nos cuentan en las películas. Así que todas las mujeres eyaculan, ya que además se ha comprobado científicamente.
De hecho, estudios recientes sugieren que todas las mujeres eyaculan, sólo que algunas son conscientes de ello y otras no, algo relacionado con la cantidad emitida y expulsada, ya que algunas generan poca cantidad, o porque el eyaculado se dirige hacia la vejiga.
Así, la eyaculación femenina consiste en un fenómeno fisiológico, más allá de la propia lubricación, y que ocurre en la fase de excitación. Se trata de un líquido blanquecino y espeso, pero poco abundante, que las mujeres segregan al orgasmar a través de las glándulas de Skene, que se ramifican alrededor de la uretra (conducto que va de la vejiga al exterior), explica en una entrevista con Infosalus la psicóloga y sexóloga Laura Morán, con motivo de la publicación de Orgas(mitos) de Next Door Publishers.
En concreto, a las glándulas de Skene o parauretrales se las considera a las primas hermanas de la próstata masculina o como la próstata femenina en estos contextos. Están ubicadas dentro de la anatomía vaginal, alrededor de la uretra, y con una estructura similar a la del hombre.
La Fundación Sexpol indica en este sentido que estas glándulas se localizan de forma paralela a la vagina, como a dos centímetros de la entrada de ésta. El tamaño de nuestra próstata oscila entre los dos y los cinco centímetros de largo y uno coma nueve centímetros de ancho, en reposo, añade.
Cuando está llena (de líquido, no de sangre) puede llegar a triplicar su tamaño, según advierte. Además, señala que la próstata tiene un conducto bífido que la comunica con el exterior, y cuyas salidas están situadas a ambos lados del meato urinario. Así, afirma que la eyaculación no sale por la uretra, sino por estos dos conductos ubicados muy cerca del meato urinario.
Según las casi inexistentes investigaciones, el 80% de las mujeres posee estas glándulas, conformando así la próstata femenina cuyas funciones siguen siendo investigadas. Así que, casi todas las mujeres son capaces de eyacular aunque no se den cuenta o no lo sepan, aprecia.
El líquido en sí no es especialmente abundante, según continúa Morán, y debido a su espesor y a que no es proyectado por la contracción de ningún músculo, no suele brotar como el semen masculino.
Además, esta especialista señala que su análisis químico indica que contiene componentes similares a los que podemos encontrar en el semen. Científicamente se ha visto también que está formado por glucosa, creatinina o restos de urea, por ejemplo.
Morán señala también que se puede lograr la eyaculación femenina estimulando la zona parauretral, y a través de la estimulación del punto G (a 3 centímetros de la vagina) Se trata de un punto sobre el que hay debate entre los profesionales ya que no existe una estructura u órgano que en sí mismo sea el Punto G, aunque la zona señalada coincide, casualmente, con al estimulación indirecta de los bulbos vestibulares del clítoris, aprecia la sexóloga.
Desde la Fundación Sexpol sostienen que la eyaculación se puede producir estimulando el clítoris o cualquier otra parte del cuerpo que pueda desencadenar un orgasmo, y a muchas mujeres les resulta más accesible mediante la estimulación del punto G porque al presionar la zona, las glándulas de Skene también son presionadas, provocando la eyaculación.
También se asocia la eyaculación al orgasmo, pero no tienen porqué ir unidos. Se puede producir la eyaculación al presionar la musculatura pélvica, o bien al dar a luz, o bien cuando las glándulas de Skene se llenen; sólo que en estos casos se asocia a pérdida de orina, pero puede no ser así puesto que no tiene el mismo olor, es casi inodora, trasparente y con un ligero sabor salado. Es importante tener esto claro porque no son mejores los orgasmos si van acompañados de la eyaculación ni viceversa, advierte la Fundación Sexpol.
Finalmente, cabe apuntar que otra cosa muy distinta de la eyaculación femenina, aunque suceda cuando la mujer mantiene el orgasmo, es el squirting, según precisa esta sexóloga Laura Morán, un líquido que es más transparente que el líquido blanquecino de la eyaculación, y que científicamente se ha verificado que contiene urea y componentes similares a los de la orina. Además, es expulsado por la uretra, no por la vagina ni por las glándulas de Skene.