MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un equipo multidisciplinar de científicos de la Clínica Cleveland y la Universidad Case Western Reserve, en Estados Unidos, han descubierto que las variantes de COVID-19 pueden ofrecer pistas para predecir los resultados de los pacientes a medida que evoluciona el virus.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, las mutaciones del SARS-CoV-2 -el virus que lo causa- se han extendido por el mundo. Estudios recientes sugieren que las variantes actuales del COVID-19 son hasta un 70% más contagiosas que las cepas originales de la pandemia.
Ahora, los científicos de la Clínica Cleveland y la Universidad Case Western Reserve han utilizado la secuenciación genómica para seguir el rastro del SARS-CoV-2 a medida que mutaba en el noreste de Ohio entre el 11 de marzo y el 22 de abril de 2020. Los resultados de la investigación han demostrado que las cepas iniciales y los subgrupos de cepas del virus (llamados clados), observados durante este periodo de tiempo, se asociaron con una mayor mortalidad, mientras que las variantes más nuevas se asociaron con menos hospitalizaciones y muertes.
Aunque estos hallazgos comparten lo que los investigadores aprendieron en los primeros momentos de la pandemia, también podrían ayudar a guiar futuros estudios para analizar cómo las variantes más nuevas afectan a los resultados de los pacientes a medida que el virus sigue evolucionando.
Para comprender mejor cómo las primeras mutaciones y clados alteraron los resultados clínicos, el doctor Frank Esper, médico especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de Cleveland Clinic Children's, y el equipo de investigadores analizaron las secuencias de ARN de los datos de 302 pacientes con COVID-19 durante la primera ola de la pandemia en el noreste de Ohio.
Estas muestras clínicas se obtuvieron del registro de COVID-19 de la Clínica Cleveland, una recopilación de datos de casi 50.000 pacientes que se habían sometido a pruebas para detectar la enfermedad.
Mediante la secuenciación de cada muestra con respecto a la cepa inicial del virus descubierta en Wuhan (China), el doctor Esper y el equipo de investigación identificaron 488 mutaciones únicas, correlacionadas con seis cepas del virus (clados Wuhan, S, L, V, G, GH).
Los resultados revelaron que durante las seis semanas iniciales de la pandemia en Cleveland, las primeras cepas del virus estaban bien establecidas y contribuyeron a un mayor número de muertes por la enfermedad. Sin embargo, al cabo de unas semanas estas cepas de virus tempranas fueron superadas por cepas más transmisibles que se asociaron a menores hospitalizaciones y a una mayor supervivencia de los pacientes incluso cuando fueron hospitalizados.
"Este estudio ofrece una descripción detallada de cómo evolucionaron y compitieron los diferentes clados de COVID-19 una vez que llegaron a Cleveland --señala el doctor Brian Rubin, presidente del Instituto de Patología y Medicina de Laboratorio Robert J. Tomsich de la Clínica Cleveland--. La vinculación de los clados víricos con los resultados es bastante importante y pone de manifiesto la importancia de la secuenciación del genoma vírico para obtener un conocimiento más profundo de las nuevas enfermedades".
La mayor diversidad de cepas de COVID-19 se produjo en las primeras semanas, antes de que se establecieran estrategias comunitarias para limitar la propagación del virus. Es probable que las respuestas estatales y federales hayan impedido la introducción continuada de nuevas variantes procedentes de fuera de la comunidad y, por tanto, la disminución de la mortalidad general.
"Estos hallazgos ofrecen una mayor comprensión de cómo las infecciones por COVID-19 superaron significativamente las tasas de hospitalizaciones y muertes por COVID-19 a medida que avanzaba la pandemia --resalta el doctor Esper--. La investigación también ayuda a validar cómo los clados virales pueden desempeñar un papel importante en la predicción de los resultados de los pacientes".
"Este estudio confirma aún más la importancia de estudiar las variantes genómicas del virus a lo largo de la pandemia --añade el doctor Jing Li, catedrático Leonard Case Jr. del Departamento de Informática y Ciencias de la Información de la Universidad Case Western Reserve--. También demuestra claramente el valor de la ciencia en equipo -un equipo altamente integrado e interactivo con diferentes fortalezas y experiencia pero con una visión compartida- para abordar el desafío".
Como el virus sigue mutando con el tiempo, los expertos no saben con certeza la gravedad de la enfermedad o la mortalidad que causarán las nuevas variantes. La vacunación generalizada es una importante estrategia de salud pública para frenar la propagación del virus, resaltan los autores.