Las variaciones genéticas pueden predisponer a sufrir Parkinson tras una exposición prolongada a pesticidas

Archivo - Imagen de archivo de una persona con Parkinson.
Archivo - Imagen de archivo de una persona con Parkinson. - 3P BIOPHARMACEUTICALS - Archivo
Publicado: jueves, 25 abril 2024 18:55

MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (EEUU) ha descubierto que ciertas variantes genéticas podrían ayudar a explicar cómo la exposición a largo plazo a los pesticidas podría aumentar el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson.

Mientras que décadas de investigación han vinculado la exposición a pesticidas y el riesgo de enfermedad de Parkinson, los investigadores han tratado de explicar por qué algunos individuos con alta exposición desarrollan la enfermedad mientras que otros no.

El nuevo estudio, publicado en la revista 'NPJ Parkinson's Disease', utilizó datos genéticos de casi 800 residentes del Valle Central (California) con enfermedad de Parkinson, muchos de los cuales habían estado expuestos a largo plazo a 10 pesticidas utilizados en los cultivos de algodón durante al menos una década antes de desarrollar la enfermedad, y algunos pacientes habían estado expuestos desde 1974.

Examinaron su composición genética en busca de variantes raras en genes asociados con la función de los lisosomas, compartimentos celulares que descomponen los residuos y desechos, que se cree están asociados con el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, y buscaron el enriquecimiento de variantes en pacientes con alta exposición al uso de pesticidas en comparación con una muestra representativa de la población general.

Los investigadores descubrieron que las variantes en estos genes estaban enriquecidas en pacientes con enfermedad de Parkinson más severa que también tenían una mayor exposición a pesticidas. Estas variantes genéticas también parecían ser perjudiciales para la función de las proteínas, lo que sugiere que la interrupción de la actividad lisosomal puede estar subyacente al desarrollo de la enfermedad de Parkinson combinada con la exposición a pesticidas.

"Si bien las interacciones específicas entre los pesticidas y la expresión de estas variantes genéticas requieren mayor estudio, los resultados sugieren que en alguien con tales variantes, la exposición a largo plazo a los pesticidas de algodón podría conducir a la acumulación de compuestos tóxicos, debido a alteraciones de la capacidad de las células para descomponer las proteínas y orgánulos dañados -un proceso conocido como autofagia- y, por lo tanto, conducir a la enfermedad de Parkinson", ha explicado el autor correspondiente del estudio y catedrático de Neurología y Genética Humana, Brent Fogel.

Estudios anteriores han demostrado que la autofagia alterada puede dar lugar a la acumulación de una proteína llamada alfa sinucleína, que abunda en el cerebro y las neuronas. A medida que la proteína se acumula, forma grumos conocidos como cuerpos de Lewy que son un sello patológico de la enfermedad de Parkinson.

"El estudio apoya la hipótesis de que la predisposición genética procede de cambios menores en genes asociados a la función lisosomal. En el día a día, estas variantes no tienen mucho impacto. Pero bajo el estrés adecuado, como la exposición a ciertos pesticidas, pueden fallar y eso podría, con el tiempo, conducir al desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Esto se llama una interacción gen-ambiente", ha afirmado Fogel.

Los hallazgos se basan en décadas de investigación realizada por los investigadores de Salud de la Universidad de California en Los Ángeles , los doctores Jeff Bronstein y Beate Ritz, sobre las asociaciones entre la exposición a pesticidas y el riesgo de la enfermedad de Parkinson en el Valle Central.

"La enfermedad de Parkinson es la enfermedad neurodegenerativa de más rápido crecimiento en el mundo. Mientras que se espera un aumento en el número de nuevos pacientes dado el gran envejecimiento de la población en los EEUU, la tasa de nuevos pacientes con enfermedad de Parkinson está superando la tasa que se espera del envejecimiento por sí solo", ha indicado la coautora principal del estudio y profesora asistente de Neurología en la UCLA, Kimberly Paul.

Asimismo, Paul ha señalado que los hallazgos del nuevo estudio plantean la cuestión de si existen otras variantes genéticas que puedan estar alterando la susceptibilidad a la enfermedad de Parkinson entre esta población, incluyendo otras vías biológicas afectadas por diferentes tipos de pesticidas.

"Estos pacientes eran susceptibles de alguna manera y si podemos averiguar por qué eran susceptibles, quizá podamos actuar sobre esas vías", ha añadido Paul.

"Hay datos sobre muchos trastornos comunes que sugieren que las influencias ambientales influyen en el desarrollo de estas enfermedades, pero aún no tenemos una buena forma de medir ese impacto o determinar quién está específicamente en riesgo. Este es un paso adelante en esa dirección", ha finalizado Fogel.