MADRID 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
La mejor forma de prevenir los síntomas de la conjuntivitis alérgica es evitar, en la medida de lo posible, estar en contacto con el agente desencadenante; además de "permanecer en lugares cerrados, usar gafas de sol grandes y envolventes", y lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, según el director médico de Clínica Baviera, Fernando Llovet.
Picores, sequedad, lagrimeo, visión borrosa u ojos llorosos son síntomas de conjuntivitis alérgica que, unidos a otros como el dolor de cabeza sinusal o la dificultad para respirar, pueden tener efectos claros en el día a día del paciente, afectando a su rendimiento laboral o disminuyendo sus reflejos en la conducción.
"Una vez aparecen los síntomas, debemos acudir a nuestro oftalmólogo y nuestro alergólogo para que identifiquen el alérgeno que los ha provocado y nos recomienden el método apropiado para el alivio de la alergia ocular", precisa este experto.
Las alergias al polen se han convertido en un problema con una incidencia cada vez menos asociada a la estacionalidad. Mientras que hace años, la mayoría de los procesos alérgicos provocados por el polen se desarrollaban en primavera, en la actualidad son varios los factores que provocan que los meses de invierno también sean complicados para las personas que padecen estas dolencias.
Entre ellos, destacan el cambio climático, la contaminación provocada por las calefacciones o la proliferación de especies vegetales, como las arizónicas, con floración en los meses de enero y febrero.
En el caso de las especies vegetales de pronta floración, destacan las arizónicas que, en España, se han multiplicado por 25 en los últimos 15 años. Esta floración temprana, unida a los efectos de la contaminación que convierten al polen en más agresivo, hace que los problemas oftalmológicos asociados a las alergias sean más persistentes e intensos.