Universitat Pompeu Fabra, Clínica Universidad de Navarra y Aefat unen fuerzas para investigar la ataxia telangiectasia

Publicado: martes, 13 julio 2021 12:45

MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Universitat Pompeu Fabra (UPF) ha comenzado a trabajar junto con la Clínica Universidad de Navarra en una ampliación del proyecto de investigación de la ataxia telangiectasia (AT) que la entidad navarra estaba desarrollando desde 2018. Un proyecto que seguirá financiado por Aefat, la asociación que agrupa a más de 30 pacientes en España, la mayoría de ellos niños y jóvenes.

Esta ampliación del convenio, al que se adhiere la UPF, se desarrollará durante 18 meses y seguirá enfocado a resolver la inmunodeficiencia primaria que va asociada a esta enfermedad rara que aún no tiene cura ni tratamiento. La ataxia telangiectasia y esa inmunodeficiencia conlleva hospitalizaciones frecuentes y fallecimientos de los afectados que viven con esta enfermedad neurodegenerativa, bien por complicaciones respiratorias o bien por algunos tipos de cáncer.

La ampliación de este proyecto de terapia génica asciende a 83.000 euros. Aefat ya invirtió 150.000 euros en el proyecto inicial desarrollado entre 2018 y 2021 por la Clínica en colaboración con su centro de investigación, el Cima Universidad de Navarra.

Los primeros resultados de este proyecto, ya prometedores, fueron publicados en 2019. Y ahora Aefat, contando con el asesoramiento de su comité científico, ha puesto en contacto a las dos entidades al conocer la existencia de una nueva herramienta de edición genética para genes de gran tamaño (como es el que contiene la mutación de la AT) que está desarrollando el equipo del investigador Marc Güell en la UPF.

Como explica Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular y codirector del Servicio de Hematología de la Clínica, responsable del proyecto junto a Borja Sáez, investigador del Cima, el nuevo proyecto conjunto defiende que existe una alternativa terapéutica eficaz para solventar estas complicaciones, basada en el trasplante de médula ósea.

"Pero el trasplante no se utiliza en pacientes que tienen AT por dos motivos en particular. Primero, en estos pacientes no se puede aplicar la quimioterapia y/o radioterapia que sería necesaria para eliminar la médula antigua, por resultar demasiado tóxico. Y segundo, el gen ATM que causa la enfermedad es muy grande, eso dificulta editar o corregir genéticamente ese gen", explica Prósper.

Por estos motivos, la colaboración entre ambas entidades quedaría repartida. Por parte de la Clínica: desarrollo y uso de herramientas de precisión (inmunotoxinas específicas de célula madre hematopoyética) que permitan realizar el trasplante sin necesidad de emplear quimioterapia. Por parte de UPF: técnicas de edición génica de nueva generación que permiten la corrección de genes de gran tamaño.

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