Los trastornos de la diferenciación sexual pueden afectar al 1% de la población

Actualizado: lunes, 23 mayo 2011 16:44

MADRID 23 May. (EUROPA PRESS) -

Hasta un 1 por ciento de la población podría verse afectado por un trastorno de diferenciación sexual, un término que engloba más de 25 enfermedades muy diferentes, que comparten una anomalía genética u hormonal en el desarrollo del aparato genital interno o externo, que hace que se produzca ambigüedad genital y, por tanto, sea difícil definir claramente el sexo al nacer.

"Cada una es muy diferente de las demás, tanto en su manifestación como en el tratamiento, siendo el testículo feminizante, el hemafroditismo o la resistencia androgénica algunas de las más frecuentes", explica la profesora Isabel Esteva, del Servicio de Endocrinología del Hospital Carlos Haya de Málaga, quien afirma que "en dos de cada tres casos el trastorno se produce intraútero y se diagnostica al nacer".

La doctora, que ha participado en el VIII Curso 'Fundamentos Moleculares de la Medicina', organizado recientemente por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) con la colaboración de la Fundación Lilly, explica que "el otro momento crucial en la detección de este tipo de trastornos es la adolescencia, ya que "entre un tercio y un cuarto de los casos se manifiesta a partir de la pubertad".

En estos trastornos hay una gran cantidad de factores moleculares y identificados "y muchos otros aún por identificar", añade. Entre los casos más conocidos se encuentra la hiperplasia suprarrenal congénita virilizante, que sólo afecta a las mujeres, y en cuyo caso sí es posible la detección prenatal y "con tratamientos hormonales adecuados desde el embarazo se puede llegar a que esa niña no nazca con genitales virilizados", explica.

Cuando se trata de anomalías morfológicas, hay ocasiones en que las ecografías de alta resolución durante el último trimestre de embarazo podrían detectar algún indicio, sin embargo, esta especialista advierte que "se debe extremar la prudencia en este sentido".

Por otra parte, se estima que una tercera parte de las personas con trastornos de diferenciación sexual padece también trastornos de carácter adaptativo. Por ello, Esteva señala como "fundamental que la persona y la familia cuente con el apoyo de un equipo multidisciplinar de psicólogos, endocrinos, ginecólogos, urólogos, genetistas, cirujanos, psiquiatras, trabajadores sociales, pedagogos desde el momento del diagnóstico".

Además, incide en la importancia de que la sociedad admita que "el concepto clásico binario ha cambiado. Siempre hablamos de femenino-masculino, hombre-mujer, pero la realidad es un amplio espectro en el que ni la feminidad ni la masculinidad son de una manera fija obligada. En la sociedad hay muchas personas andróginas que disfruta de cualidades de ambos sexos y lo vive sin angustia".